-¡Señor Seo! -De repente entró Bang chan a la habitación.
Fue entonces que ambos se separaron por la sorpresa de aquello. El alto se dio cuenta de que lo había arruinado.
-Ouh. Lo siento mucho, sr.Seo, no... no sabía que estaba ocupado... -Rió nervioso y apenado. -Si quiere me voy y espero a que terminen y- -El mayor con cara de enfado lo interrumpió.
-Ya está, ya cagaste el momento, ¿qué es lo que pasa?
-Bueno, ocurrió un percance con Sheila.-Ambos se estremecieron al escuchar aquel nombre.
-¿Qué pasó? -Preguntaron al unísono.
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-¡Suéltenme, malditos!-Exigía Sheila mientras era apresada por los guardaespaldas.-¡Changbin, yo no lo hice! ¡Te lo prometo, en serio!- Suplicaba.
-Sheila, mis hombres y las mucamas no dicen lo mismo. Todos lo vieron, todos. Dios... ¿cómo me atreví a dejarte sola?-Suspiró estresado.-Ya de verdad lárgate antes de que te haga pagar por lo que hiciste. Me vienes a rogar, le faltas al respeto a Felix, me sigues como una loca, me insultas, y ahora acabas de lastimar y amenazar a mi servidumbre. Te estoy perdonando bastante, ¿no crees?
-¡Yo no le hice nada a esa!-Apuntó a una mucama llamada Mina, quien estaba siendo cuidada por Felix.
Resulta que cuando Sana le avisó a Changbin sobre la menor y había corrido a la habitación, Sheila intentó seguirlos, pero se terminó perdiendo. Encontró una mucama que según ella era muy parecida a la otra. Así que le empezó a hacer miles de preguntas mientras la aventaba y jalaba los cabellos para que le revelara dónde estaba Changbin. Obviamente Mina no sabía nada y terminó siendo golpeada por la mayor.
Los que ahí pasaron la separaron de la otra y Bang chan le tuvo que avisar a su jefe que había problemas con la "invitada".
-¡Para de negarlo! Sólo vete y no te vuelvas a aparecer en mi vida o te juro que te mataré.-No se dio cuenta que Felix se había parado hasta estar a su lado, frente a Sheila quien se dio cuenta que ahí estaba y le dirigió una mirada desagradable.
-¿Y tú qué? Changbin dijo que te falté al respeto...-Dijo con tonó de burla Oow, ¿Te lastimé lind- -No terminó de hablar cuando la palma de Felix se estrelló contra su cara volteándola hacia un lado.
Todos se quedaron atónitos y en silencio.
-S-sí, me lastimaste, y ahora no sólo a mí. P-pero sólo un momen-to, Sheila. -Dijo su nombre con un tono de asco totalmente intencional. -¿E-este dolor? Es temporal, co-mo el d-de la cachetada que te a-acabo de dar. A ti en c-cambio, te dolerá toda 1-la vida que tenga el l-lugar que tú no puedes.-Le volvió a dar una cachetada.-Y te d-dolerá muy mal...
Absolutamente todos estaban en completo silencio.
Nadie conocía esa faceta de Yongbok, y hasta cierto punto ella tampoco.
