En cuanto Changbin entró a la habitación y cerró la puerta, tomo a Felix de la muñeca y la estampó contra pared justo al lado de la cama.
El plan de él en un inicio era solo asustar a la menor, pero al verla que se lo tomó tan en serio quiso jugar con ella.
-¿Crees que puedes hacer lo que quieras aquí sin antes pedirme permiso?, ¿eh? -Preguntó amenazadores y la tomó de la mandíbula para levantar su rostro y hacer que lo mire. Vio que tenía sus ojitos lagrimosos.
-P-papi, yo lo s-siento, no lo v-volveré a hacer. -Dijo asustada.
-Claro que no lo hará de nuevo cariño. -Le quitó el saco y lo aventó a algún lado de la habitación. -Porque con este castigo que te daré aprenderás a no hacer las cosas antes de preguntarme. Y a no desobedecerme.
Soltó su mandíbula para tomarla de la cintura y la aventó a la cama donde sus lentes saltaron hacía algún lugar por la rudeza. La observó ahí como ojitos suplicantes lo observaba, creyendo que le haría algo realmente malo.
-Abre las piernas, linda. -Felix se asustó y negó lentamente.
-M-mi papá me dijo q-qué no. Sólo podría abrir-las a mi n-novio... -Susurró.
Changbin sonrió-Yo soy tu papi, debes abrirlas para mi. Tu padre no sabía nada. Ahora abre esas linda piernas para mí.
Lee aún estaba dudosa, pero las terminó abriendo para él.
-Ahora quítate esas molestas braguitas. -Temerosa de lo que podría hacerle, así lo hizo. Inconscientemente estaba sonrojada.
Dejó su coito expuesto al hombre mayor que lo vio con hambre.
Un lindo, rosado y virginal coito estaba a su disposición, que afortunado era.
Comenzo a buscar algo por la habitación, lo encontró en un ropero. Felix lo vio acercarse a ella con una especie de esposas y otros dos objetos que no supo bien identificar.
-Muy bien, linda. Esta vez por ser tu primer castigo será suave, pero será el único así. -Comenzó mirándola con una sonrisa pervertidos. -Esto- mostró uno de los objetos que la menor no identificó. -Es un látigo, con esto azotar tu coñito.-Al ver la cara de espanto de la fémina agrego:-Su, princesa te va a doler. Pero si haces todo lo que papi dice te haré sentir bien al final.
-Ok, estas son esposas. -Se las mostró- Te las pondré porque se que estarás algo inquieta.
-¿Y-y la otra cosa que e-está ahí qué es p-papi? -Preguntó Felix señalando con la mirada la otra cosa que había dejado en la mesita de noche al lado, mientras se dejaba hacer por el otro que le ponía las esposas.
-Oh, Lixxie, eso lo usaremos para otra ocasión. -Le dedico media sonrisa. -Ahora abre bien esas piernas para mi que tu castigo va a empezar.
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