Paparazzi (Radiosilence) (Vox x Alastor unilateral)

9. Sabor

A través de la sola sensación de todos los recuerdos de atrás hacia adelante, casi como si pasara de nuevo por el desgarre de la carne en mi cuerpo, por cada modificación, actualización que hice a mí mismo, pero sobre todo...revivir la devoción exquisita de los labios de mi viejo amigo en mi carne, cómo el dolor me amarraba, como la nostalgia y la obsesión me permitía estar despierto, repetirle en mi mente mi amor, recordar con cariño cuando comió de mi brazo como un simple juego amistoso y en mi afán de volver a sentirme cerca le entregué mi vida...

Desperté de nuevo con el usual color rojo pegandome a la cara, la debilidad corporal era lo de menos... todavía tenía el saco de Alastor encima de mí, moví mis brazos lentamente, tomé la tela, apenas la sentí, me llenó el pecho una paz increíble, me llevé a la nariz la tela, mi viejo amigo, despues de todo, un poco del Al que fue mi mejor amigo seguía allí.

—¡Vox! — el estruendo de la voz familiar me hizo ubicarme, estaba en la torre de los V's definitivamente. —¡Despertaste! — Valentino llevó su teléfono al oído, de inmediato supe que llamó a Velvette. — Oye zorra ven aquí, ya despertó Vox. — colgó sin esperar respuesta y me tocó la cara. —¿Quieres algo Voxy?

—Solo...no grites Val...

—Bueno sí, perdón, como sea... — giró los ojos y tomó el saco de Alastor de mí, no pude tomarlo a tiempo cuando me lo quitó. — Que bueno que despiertas para quitarte está cosa, cuando el demonio radio dejó aquí tu casi cadáver esto era lo único que detenía la sangre de tu pecho hasta que te regeneraras, maldito, lo hizo con la intención cínica de dejártelo.

—Dámelo. — él lo alzó.

—¿Por qué? ¿Para qué peleaste con él? — mantendría la coartada, evidentemente no le contaré mis intimidades con Alastor.

—Se burló de mí otra vez en su show de quinta y me ganó la ira ¿Okey? — Valentino sostuvo con asco la prenda sucia de mi sangre.

—Tú eres el primero en decir que nos controlemos, ¿Sabes cuántos paparazzi estuvieron en la puta puerta tomando fotos de Alastor cargando tu cuerpo aquí? — Mi rostro quiso enrojecer de imaginarlo, pero me concentré de nuevo, Al no dejaría que le tomaran fotos.

—¿Los paparazzi sobrevivieron?

—La verdad, no. ¡Pero imagínate si sí!

—Bueno, que bueno que no fue así. — me levanté algo tambaleante, le extendí la mano con disposición a esperar. — Ahora, dame ese saco Val.

—¿Para qué lo quieres? Solo se burló de tí. — Exploté por un momento.

—¡Él nunca deja sus cosas! ¡Si me lo dejó es porque quería dármelo! — él me miró alzando el gesto con disgusto, resignado pero indignado, pues sabe que Alastor fue mi amigo, que hay una parte de él que no me ha dejado del todo...

—Estás jodidamente enfermo, tienes suerte de tener un buen pene, idiota. — Lo arrugó y me lo arrojó antes de irse  a pasos fuertes del cuarto, casualmente Velvette quiso entrar cuando él se fué.

—¿Y ahora? ¿Qué tiene Mr. Pañal sucio?

—Ah...luego hablo con él, necesito bañarme. — Doblaba el saco elegantemente con ayuda de mi brazo.

—Hey, tengo las grabaciones del demonio radio matando a los paparazzi ¿Quieres verlo? Fue dulce, incluso para esa pasa.

—Quizá luego Vel, tengo que hacer una cita al médico.

Apenas me bañé, llamé a mi asistente para que me agendaran una cita privada con el mejor cardiólogo de la agenda, le explicaría mi intención, buscaba extraer una muestra de tejido muscular de mi corazón causando el menor daño posible, con 1 mm. De tejido es más que suficiente...no moriré por esa herida.