Capítulo 2: Primeras Impresiones

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Desperté con una mezcla de emociones en la mañana siguiente a la fiesta. La luz del sol se filtraba por las cortinas de mi dormitorio, pintando de tonos dorados la habitación que compartía con mi compañera de cuarto, Sarah. Me senté en la cama, repasando mentalmente cada detalle del encuentro con Liam la noche anterior.

Después de intercambiar números, pasamos gran parte de la fiesta hablando. Descubrimos que teníamos mucho en común y la conexión entre nosotros parecía tan natural como respirar. Pero a pesar de la emoción que sentía, una pequeña voz en mi cabeza me recordaba que era demasiado pronto para emocionarme demasiado. Después de todo, solo nos conocíamos desde anoche.

Sarah entró en la habitación con una sonrisa de oreja a oreja, sosteniendo una taza de café humeante.

—¡Buenos días, Emma! —saludó, contagiándome de su entusiasmo matutino.

—Buenos días —respondí, devolviendo su sonrisa mientras me acomodaba mejor en la cama.

Sarah se sentó en el borde de su propia cama, dejando la taza sobre la mesita de noche.

—Así que, ¿cómo estuvo la fiesta de anoche? —preguntó con evidente curiosidad.

Tomé un sorbo de café y traté de encontrar las palabras adecuadas para describir la noche.

—Fue... interesante. Me alegré de haber ido —respondí finalmente, guardándome los detalles más emocionantes para mí misma por el momento.

Sarah me miró con una ceja levantada, obviamente esperando más detalles.

—Conocí a alguien —dije finalmente, incapaz de contener la sonrisa que se formaba en mis labios.

—¡Oh, vaya! ¿Alguien especial? —preguntó Sarah, ahora completamente interesada.

Asentí, incapaz de ocultar mi emoción. —Sí, se llama Liam. Está en mi clase de literatura inglesa.

Sarah dejó escapar un suspiro dramático. —¡El misterioso Liam! Amy me contó que te acercaste a él. ¿Cómo fue?

Entonces, comencé a relatarle todo: cómo me sentí nerviosa al principio, cómo Liam me hizo sentir cómoda y cómo encontramos tantos intereses en común. Sarah escuchó con atención, asintiendo de vez en cuando y haciendo preguntas aquí y allá para obtener más detalles.

—Suena como si hubieras tenido una conexión real con él —comentó Sarah cuando terminé mi relato.

—Sí, eso parece —respondí, sintiéndome feliz pero también un poco nerviosa por lo que podría venir después.

Después de un rato, Sarah se puso de pie y comenzó a revisar su agenda.

—Bueno, creo que es hora de que me ponga al día con mis lecturas. Tengo una prueba importante esta semana —dijo con un tono de voz más serio.

Asentí, comprendiendo perfectamente su necesidad de ponerse al día con el trabajo académico. Después de todo, también tenía que hacer lo mismo.

—Tienes razón. Tengo que revisar el ensayo para la clase de historia que es para la próxima semana —comenté mientras tomaba mi propio calendario y empezaba a planificar mi día.

Sarah asintió, pareciendo aliviada de poder concentrarse en sus estudios.

—De todos modos, si necesitas hablar o algo así, estoy aquí. Me alegro de que hayas disfrutado de la fiesta —dijo, sonriendo amablemente antes de salir de la habitación.

Mientras me preparaba para el día, mi mente volvió a Liam y a la forma en que me sentí tan atraída hacia él. Me preguntaba si él también estaba pensando en mí, si el encuentro de anoche había significado algo más para él. Pero intenté no adelantarme demasiado. Después de todo, acabábamos de conocernos. Todavía había mucho por descubrir.

Después de ducharme y vestirme, cogí mi mochila y salí hacia la cafetería del campus. Decidí que podría revisar mi ensayo allí, aprovechando el ambiente animado pero tranquilo para concentrarme en mi trabajo académico.

Mientras caminaba por el campus, mi teléfono vibró en el bolsillo de mi chaqueta. Saqué el teléfono y vi un mensaje de un número desconocido.

"Hola, Emma. ¿Cómo estás esta mañana?" decía el mensaje, firmado con el nombre de Liam.

Una sonrisa se extendió por mi rostro mientras leía el mensaje una y otra vez. Decidí responderle, aunque sabía que estaba sonriendo como una tonta mientras escribía.

"Hola, Liam. Estoy bien, gracias. ¿Y tú? ¿Cómo ha sido tu mañana hasta ahora?" envié el mensaje con un toque de nerviosismo, preguntándome qué diría a continuación.

No pasó mucho tiempo antes de que su respuesta llegara.

"Me alegra saberlo. Mi mañana ha sido buena hasta ahora. Pensé en ti y en la buena conversación que tuvimos anoche. ¿Te gustaría tomar un café juntos más tarde?"

Mi corazón dio un vuelco en mi pecho mientras leía las palabras. La idea de ver a Liam otra vez me emocionaba, pero también me hacía sentir un poco ansiosa. ¿Y si la química que sentimos la noche anterior no era tan fuerte en la luz del día?

Sin embargo, decidí no dejar que mis dudas me detuvieran.

"¡Claro! Me encantaría tomar un café contigo. ¿Cuándo y dónde?" respondí, esperando que mi entusiasmo y nerviosismo no se notaran demasiado en el mensaje.

Mientras esperaba su respuesta, mi mente comenzó a divagar sobre lo que podría significar este segundo encuentro. ¿Podría ser el comienzo de algo especial entre Liam y yo? O ¿sería solo otro momento agradable en una serie de encuentros sociales en la universidad?

Con la cabeza llena de preguntas y el corazón lleno de esperanza, continué mi camino hacia la cafetería. La perspectiva de ver a Liam de nuevo me hizo darme cuenta de lo rápido que todo podía cambiar en la universidad. Una fiesta, un encuentro casual y de repente, tu vida estaba enredada con la de alguien más en formas que nunca podrías haber imaginado.

Entre nosotros: Amor en tiempos universitariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora