Capítulo 11: Decisiones

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El verano se deslizaba suavemente sobre nosotros, trayendo consigo días largos y cálidos que parecían no querer terminar. Desde el festival de primavera, Liam y yo habíamos estado explorando nuestra nueva dinámica como pareja. Cada día era una aventura compartida, descubriendo más el uno del otro y aprendiendo a navegar por las aguas de una relación que iba más allá de la amistad.

Esa tarde, decidimos dar un paseo por el parque cercano al campus. El sol brillaba intensamente, filtrándose a través de las hojas de los árboles y creando sombras danzantes en el sendero. Liam y yo caminábamos tomados de la mano, disfrutando del calor reconfortante y del contacto tranquilo entre nosotros.

Mientras caminábamos, Liam parecía absorto en sus pensamientos. Su expresión era seria pero serena, como si estuviera sopesando algo importante.

—Emma, hay algo que quiero discutir contigo —dijo finalmente, deteniéndose para enfrentarme directamente.

Me detuve también, sintiendo cómo una leve sensación de nerviosismo se agitaba en mi estómago. Las palabras de Liam siempre tenían un peso significativo, y sabía que lo que tenía que decirme era importante.

—Claro, Liam. ¿Qué pasa? —pregunté, buscando en sus ojos azules en busca de pistas sobre el tema que quería abordar.

Liam respiró hondo antes de hablar, como si estuviera organizando sus pensamientos cuidadosamente.

—He estado pensando mucho en nuestro futuro, en lo que va a pasar después de que nos graduemos el próximo año. Quiero saber qué piensas al respecto —explicó, su tono tranquilo pero lleno de implicaciones.

Asentí, reconociendo la importancia de la conversación. Habíamos estado tan inmersos en el presente que apenas habíamos discutido qué sucedería con nuestra relación una vez que dejáramos la universidad. Era un tema que había estado en el fondo de mi mente, pero del cual no había hablado en voz alta.

—Sí, Liam. Es cierto que el próximo año será un gran paso para ambos. También he estado pensando en eso —admití, buscando las palabras adecuadas para expresar mis propias reflexiones y sentimientos.

Liam se pasó una mano por el cabello, gesto que hacía cuando estaba profundamente concentrado en algo.

—He estado mirando algunas oportunidades laborales en el campo de la economía y el desarrollo sostenible. Hay algunas empresas con las que me gustaría postularme para trabajar después de graduarme. Pero también he considerado la posibilidad de seguir mis estudios, quizás hacer un máster en economía ambiental —compartió, mirándome como si estuviera buscando mi reacción.

Asentí lentamente, procesando la información. Era evidente que Liam había estado planificando su futuro con seriedad y claridad. Me sentí orgullosa de él y emocionada por las oportunidades que se le presentaban, pero también sentí un pellizco de preocupación en mi interior.

—Suena como una excelente oportunidad, Liam. Estoy segura de que serías increíble en cualquiera de esas opciones. En cuanto a mí, también he estado considerando diferentes caminos. He pensado en buscar trabajo o tal vez continuar mis estudios en el campo de las políticas públicas —comenté, tratando de transmitir mis propias reflexiones y preocupaciones sobre el futuro.

Liam asintió, escuchándome atentamente.

—Entiendo. Y, ¿qué piensas sobre nuestra relación? Quiero decir, cómo podríamos manejar nuestras metas individuales y también nuestras metas como pareja —preguntó, su mirada buscando la mía con sinceridad.

Respiré profundamente, consciente de la importancia de la pregunta. Era vital que discutiéramos nuestras expectativas y aseguráramos que estábamos en la misma página.

—Liam, nuestra relación significa mucho para mí. Hemos construido algo especial juntos, y no quiero perder eso. Pero también sé que ambos tenemos sueños y metas individuales que debemos perseguir. Creo que podemos apoyarnos mutuamente y encontrar un equilibrio que nos permita crecer tanto personal como profesionalmente —respondí, intentando transmitir mi compromiso y mi deseo de encontrar una solución que nos beneficiara a ambos.

Liam sonrió con ternura, sus ojos azules brillando con afecto.

—Estoy de acuerdo, Emma. Creo que tenemos una base sólida y que podemos enfrentar cualquier desafío que se presente. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para apoyarte, sin importar qué camino elijas. Nuestra relación es importante para mí, y quiero que crezcamos juntos —dijo, su voz resonando con determinación y amor.

Nos quedamos mirándonos en silencio por un momento, absorbidos por la seriedad del tema pero también por la calidez de nuestro amor mutuo. A lo lejos, el sol comenzaba a ponerse lentamente, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados.

—Liam, gracias por ser tan comprensivo y por pensar en nuestro futuro juntos. Me siento muy afortunada de tenerte a mi lado —dije sinceramente, sintiendo una oleada de gratitud y amor por él.

Liam se acercó y me abrazó con ternura.

—Y yo también me siento muy afortunado de tenerte a ti, Emma. Eres mi inspiración y mi mejor amiga. Juntos podemos lograr grandes cosas —respondió, sus palabras llenas de promesas y esperanza para nuestro futuro.

Nos quedamos abrazados por un momento más, disfrutando del calor y la conexión que compartíamos. A medida que el sol se ponía y la noche caía sobre nosotros, supe que, sin importar lo que el futuro nos deparara, estábamos listos para enfrentarlo juntos.

Caminamos de regreso al campus, mano a mano, sintiendo cómo nuestras decisiones individuales comenzaban a tomar forma y cómo nuestra relación continuaba floreciendo bajo el cálido abrazo del verano.

Entre nosotros: Amor en tiempos universitariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora