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Todo el castillo que alguna vez se encontraba en silencio, quedó atrás pues ahora se encontraba con música y eso se debe a que la pequeña pelirroja descubrió que le gustaba la música.

Una día como cualquiera Tiffany caminaba por los pasillos buscando que hacer hasta que un ruido en la habitación de Heidi la insito a entrar, así que abrió la puerta y se encontró con una pequeña grabadora que reproducía música clásica y se dio cuanta que era un sonido agradable.

Desde ese día todos en el castillo andaban vueltos locos pues la pelirroja se la pasaba escuchando a un tal Elvis Presley, ya no había silencio pues la niña se sabía de memoria las canciones y a todos lados llevaba esa pequeña grabadora que le tomó "prestada" a Heidi.

Caius era el más indignado pues había veces que su hija no le prestaba atención por estar cantando o bailando, tampoco le podía decir nada pues su esposa se enojaba con el.

Así que se encontraba con su esposa mirando desde el gran ventanal de la torre mirando a su hija bailando en el jardín con sus canciones, la veía muy feliz así que él no le hiba arruinar eso.

[...]

Si había algo que me gustará además de cantar y bailar era pintar, mi padre me había regalo algunos pinceles y pinturas , así que me encontraba en mi cuarto frustrada pues no me salía el cielo mis hojas estaban todas mojadas.

Caius tenía un rato mirando a su hija por el marco de la puerta sabía que pintar un cielo era difícil así que como un buen padre entró para poderle explicar.

-necesitas una hoja más gruesa, y mojar bien el pincel para poder tomar la pintura- murmuró mientras se colocaba a su lado y tomaba otra hoja más gruesa

La pelirroja lo miro como tomaba el pincel con delicadeza y hacia trasos muy perfectos.

- Tienes que tomar el pincel mojarlo y tomar la pintura, después vuelves a mojar el pincel y tomar otra pintura para así no hacer un manchadero- explicó mientras le indicaba como tomar el pincel.

- pero papá, a mi no me queda como a ti- dijo la pequeña mirando a su padre

- vas a prender con el tiempo, yo también tuve que hacer mi esfuerzo no aprendí tan rapido- murmuró mirándola con una sonrisa.

Caius le recordaba su pequeña hija cuando el era pequeño, cuando era un curioso y hubo un hombre en su época que le enseñó cosas básicas así el con el tiempo pudo perfeccionar.

Athenadora los observaba desde el marco de la puerta sabía que Caius no tuvo un padre amoroso que le enseñará pero él se estaba esforzando en su pequeña familia y no lo cambiaría por nada.

Bueno chicos aquí otro capitulo, no le de Elvis no se cuando era su época pero recuerden esto es solo ficticio para que no haya problemas besitos.

La pelirroja VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora