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Nueve años después

El gran castillo de volterra se encontraba de fiesta pues la no tan pequeña pelirroja cumpla sus quince años y decidieron festejar a lo grande, todos andaban corriendo por los corredores cargando flores arreglos para que todo estuviera perfecto para este gran día.

Tiffany se encontraba aún acostada, ella sabía que para que todo saliera perfecto tenía que hacerlo con calma, así que empezó por dormir un largo rato, sabía que pronto su madre vendría a interrumpir su sueño así que mejor aprovechaba.

Tal como lo pensó Athenadora entró a la habitación abriendo las cortinas para que entrará la luz solar a la habitación oscura.

- arriba Tiff, tenemos muchas cosas que hacer deja de estar de floja- exclamó su madre mientras le quitaba sus cobijas.

- Mamá, porfavor otro rato más, la fiesta inicia hasta la tarde- murmuró toda adormilada

- no cariño, tu te me levantas a desayunar para que tengamos tiempo- murmuró su madre mientras besaba su frente.

La pelirroja se levantó aún adormilada se levantó como pudo aún en pijama camino en dirección a la cocina con el pelo todo desordenado.

- buenos días- murmuró para los sirvientes.

- buenos días princessa-

Tomó asiento mientras servían su desayuno, a los pocos minutos entró su padre tomó asiento a su lado derecho era costumbre todo el tiempo la acompañaba a comer.

- buenos días mio sol- murmuró su padre con una ligera sonrisa.

- buenos días padre- contestó mientras tomaba un poco de su jugo.

- Estas lista para tu fiesta, ya vez como es tu madre le gusta tener todo perfecto-

- si, me gustan los bailes pero no me gusta madrugar- murmuró divertida.

Caius sabía que su hija era un poco floja si no la levantaban ellos, se levantaba muy tarde, pero jamás dejaba sus obligaciones de lado, aveces era muy estricto con ella pero era para que no dependiera de nadie y pudiera ser una mujer independiente.

- no te preocupes todo va a salir bien, además yo mismo estaré contigo- murmuró mientras besaba su frente.

Tiffany amaba a su padre, se sentía orgullosa de él, ella sabía que no era su hija biológica pero no le importaba, también sabía que todos los que la rodeaban eran vampiros y sabía que también tenía que llegar su transformación solo tenía que esperar unos años más.

Al terminar de desayunar corrió a darse un baño para poder ir con su madre para que le hiciera su peinado. Después de unos minutos mi madre se encontraba en mi habitación junto con mi tía Sulpicia ambas me hiban a arreglar, mi vestido lo creo mi madre, algunos vestidos ella misma me los creo ella misma.

- bien, piccola tu madre te ara tu peinado mientras yo te pondré un poco de maquillaje- murmuró Sulpicia

La pelirroja se acomodo frente al espejo mientras su madre arreglaba su cabello, al poco rato ambas terminaron de arreglarme me sentía muy bonita.

- muy bien cariño hora del vestido- murmuró mi madre emocionada

Ambas me ayudaron a colocarlo para no romperlos, me veía muy linda mi vestido era tipo princesa color verde mi pecho era el que más lucía.

Athenadora la miro maravillada se veía muy hermosa, su pequeña jamás se imagino que el tiempo pasara tan rápido.

Poco a poco los invitados llegaron todos muy bien vestidos las mujeres con sus grandes vestidos mientras los hombres con sus grandes trajes impecables.

Tiffany se encontraba saludando a todos junto a su padre, recibía muchos elogios y eso la hacía tener el ego más alto. Muchos hombres también la cortejaban pero ella no quería a nadie, ella tenía claro que hiba a esperar a su alma gemela aunque eso le llevara años no le importaba.

[...]

A la media noche mi padre había desaparecido, lo estaba buscando por todo el castillo solo me faltaba la sala de tronos solo que ahí tenia prohibido entrar, pero era demasiado curiosa además se escuchaba ruido como si alguien estuviera peleando.

Así que me arme de valor y camine hacia las puertas sin hacer ruido.

Al llegar me asome por la pequeña rendija de la puerta, adentro se encontraba mi tío Aro, Marcus y mi padre sentados en sus tronos y en medio estaba Felix con otro hombre incado no sabía que estaban haciendo pero se gritaban jamás había visto a mi...

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Al llegar me asome por la pequeña rendija de la puerta, adentro se encontraba mi tío Aro, Marcus y mi padre sentados en sus tronos y en medio estaba Felix con otro hombre incado no sabía que estaban haciendo pero se gritaban jamás había visto a mi padre tan molesto.

Todo paso muy rápido en un abrir de ojos mi padre tomó la cabeza del hombre y la sacó de cuello para tirarla al piso como si nada, no me percate que la puerta se había abierto así que ya me habían descubierto pero yo tenía los ojos puestos en la cabeza del piso.

Todos miraron a Tiffany el más preocupado era Caius no la habían escuchado llegar así que se acercó a ella.

- Tiff...que haces aquí sabes que este piso está prohibido para ti- murmuró su padre mirándola a los ojos.

- y-yo solo te estaba buscando papá- murmuró nerviosa.

- ven, Tiff vamos a platicar a otro lugar cariño- murmuró su padre mientras pasaba un brazo por los hombros de su hija y salían por las puertas.

Marcus se quedó mirando por donde había salido su sobrina sentía lástima porque sabía que le acababan de quitar su inocencia presenciando algo que no debía de ver.

Aro por otro lado estaba entre feliz y preocupado, sabía que su sobrina aún era pequeña para saber todo lo que ellos sabían pero que mejor que aprendiera ya como eran las leyes.

Espero les guste besitos.

La pelirroja VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora