Edward jamás se imagino que su compañera fuera una Vulturi, pero no cualquier Vulturi si no la hija de Caius Vulturi...
Tiffany Vulturi era la lujuriosa pelirroja que haría lo que fuera para que su compañero estuviera en su Clan sea por las buenas...
Han pasado tres días desde que no salimos de la habitación, realmente Edward me sorprendió es todo un pervertido con fetiches quien lo diría, pero estoy tan orgullosa de mi misma he logrado que Edward se quede aquí conmigo donde pertenece ya después nos encargaremos de los demás de su clan, ahora me siento mejor la humana tonta ya no existe y Edward es mio.
- ya tenemos que salir, Eddy- murmure mientras besaba sus labios.
- no, solo otro rato más nena- murmuró tocando mi espalda desnuda.
Nos encontrábamos sentados en la cama yo arriba en sus piernas mientras la sabana tapaba nuestra desnudes, Edward repartía besos desde mis labios hasta mi cuello sabía lo que quería pero ya me urgía saciar mi sed de sangre pero nomas no colaboraba.
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- tenemos que ir a comer- murmure agitada.
- lo podemos hacer después- comentó.
Como pude me safe de sus brazos y baje de la cama, bueno lo que quedaba de ella estaba toda rota, las almohadas deshechas, los muebles rasgados y la pared tenia grietas de verdad fuimos unos salvajes. Yo simplemente me fui a bañar ya después lo arreglariamos.
Después de saciar nuestra sed con los turistas me encamine hacia el despacho de mi tío Aro, él era el más feliz al tener a Edward aquí en su castillo y me sentía orgullosa por ese logro. Al entrar lo encontré con un libro leyendo como siempre.
- ¿Que tal piccola?- pregunto.
- bien, todo está saliendo perfecto- murmure.
- realmente te felicito, sabía que no me defraudarias- comentó con una gran sonrisa.
- te lo dije, ahora Edward se encuentra entrando con la guardia- comente mirando mis uñas.
- perfecto, y¿ que pasa con Alice?- pregunto.
- pues, esa estúpida desconfia de mi no me cree nada, la tendremos que matar- comente tranquila.
- tienes razón, vamos acabar con todo aquel alaquerre que no se quiera unir a los Vulturi espesando con los Rumanos ya me tienen arto además están creando niños inmortales- murmuró
- no te preocupes tío, todo será perfecto mataremos uno por uno- murmure sonriendo.
Realmente me gustaba el poder y mandar nada me iba a detener de mis planes, Edward ya estaba conmigo eso ya no me importaba ya lo tenia donde quería él será el que se deshaga de su antiguo Clan Cullen.
- Deberías de estar orgulloso Caius, de tu hija ya piensa en grande como nosotros- comentó Aro hacia Caius que entraba al despacho.
- claro, que lo estoy yo misma la eduque para hacer la mujer que es ahora- murmuró mi padre besando mi frente.
Yo simplemente sonreí me gustaba hacer que mi padre estuviera orgulloso de mi, con eso me sobraba y me bastaba y era la más feliz.
Estaba con mi madre platicando de diversas cosas, ya casi no pasaba tiempo con ella y eso la tenía triste.
