CAPÍTULO 1

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Llevo exactamente tres días sin hablar con Liam. Sé que es culpa mía porque no conteste al último mensaje, pero eso no quita que eche de menos conversar con él.

Hoy he quedado con Bridget, por la tarde, para hablar en una cafetería y contarle todo lo que ha pasado este verano. Estos días me he limitado a contemplar mi vida pasar mientras esperaba que Liam me enviara otro mensaje a sabiendas de que no lo hará. Mi objetivo dejándolo en visto era olvidarme de él para poder seguir adelante, pero cada día que pasa en mi cabeza solo cabe una persona.

Me levanto de la cama y me visto aún un poco dormida. Voy al baño y me lavo la cara para despejarme un poco, me arreglo y preparo el bolso donde guardo lo esencial para salir. Después bajo a la cocina y me bebo una infusión a sustitución del café, que no me gusta nada. Me siento en el sofá y pongo un canal de televisión aleatorio. Llevo ya la mitad de la bebida cuando mi padre baja y me da un beso en la mejilla mientras me dice buenos días antes de ir a prepararse un café.

Como todavía faltan unas horas para que nos veamos decido ir a dar un paseo y aprovechar para hacer unos recados pendientes. Me doy cuenta de que me he abrigado demasiado cuando salgo a la calle, no sabía que iba a seguir haciendo tanto calor, por lo que subo a mi cuarto y sustituyo la camiseta y la sudadera por una blusa un poco más fresca. Una vez hecho el cambio vuelvo a bajar y comienzo a andar.

Lo primero que hago es simplemente dar una vuelta para aclarar mis ideas, necesito pensar como le diré a Bridget lo que he hecho, pero después de haberlo pensado durante 5 minutos no llego a ninguna conclusión clara y decido pensar lo que siento y quiero sentir sobre Liam más adelante. Después entro en el supermercado para comprar cosas básicas que ya no tenemos en la despensa y ya de paso darme un capricho comprando algo dulce y unas patatas fritas.

Pago toda la compra y salgo cargada con dos bolsas que no van precisamente vacías. Tengo que ir también a la papelería, pero me pesa la compra, así que decido pasarme primero por casa para guardar la comida y salir de nuevo a la calle para ir a la papelería.

Cuando entro por la puerta, Shana me ve y corre a ayudarme con la compra.

-¿Qué tal la mañana? -me pregunta mientras nos dirigimos a la cocina para guardar el contenido de las bolsas.

-Muy bien, no me he levantado muy tarde y he ido a comprar antes de comer, por la tarde he quedado con Bridget.

-Dale recuerdos cuando la veas y hablando de comida, ¿qué te apetece comer hoy?

-Cualquier cosa que cocines tú me gustara, aunque ya puestos a pedir... Una pasta al pesto no estaría nada mal...

-Pues pasta al pesto.

Acabamos de guardar toda la compra y volví a dirigirme a la puerta para ir a la papelería, sin embargo, Shana me interrumpió.

-¿Tienes que volver a salir?

Asentí y le conté que tenía que volver a la papelería a por folios y se ofreció a acompañarme. Obviamente, acepté y salimos de casa juntas

.....

Enciendo mi móvil y entro en la conversación con Bridget para preguntarle cómo va de tiempo. Le pido que cuando esté saliendo de su casa me avise para hacer lo mismo. Al cabo de un par de minutos me da el visto bueno, así que dejo la taza en la cocina, me despido de mi padre y salgo por la puerta.

Cuando llego a la cafetería me siento en nuestro sitio de siempre y voy pidiendo un café, una infusión y dos magdalenas de chocolate, nuestras favoritas. La merienda y Bridget llegan casi a la vez a la mesa, doy las gracias a la camarera y me levanto para abrazar a Bridget.

-Tengo que contarte muchas cosas -digo en cuanto se sienta.

-Te escucho.

Muchas cosas es decirle durante una hora que le he dejado en visto porque le quería olvidar, pero que una parte de mí sabe que lo ha hecho mal y debería de haber contestado. También le explico como fue la despedida.

-Uf tía... No sé qué decirte, la has cagado bien. Entiendo qué quieras pasar página, pero no creo que un mensaje así no es o no debería de ser una broma. Sé que lo habéis dejado, pero has estado con él todo el verano, te ha contado toda su vida y quería hablar contigo. Hay una línea entre olvidarlo y no contestar un mensaje así.

-¿La he cagado, verdad?

Asiente mientras pienso los mil finales que podría haber tenido nuestra relación, y creo que esta es uno de los peores.

Después de nuestra conversación sobre Liam hablamos de otros temas menos serios y consigo reírme después de tres días.

Cuando no nos damos cuenta ya se ha hecho de noche, pero estamos tan a gusto en el local que decidimos pedir un bocata para cenar y seguir charlando un poco más.

Al cabo de un par de horas prácticamente nos hemos quedado solas en la cafetería, por lo que decidimos pagar las consumiciones e irnos a casa.

-¿Quieres venir a casa a dormir? -me pregunta Bridget.

-¿Segura?

-¡Claro! Podemos poner una peli, hacer palomitas y ponernos una mascarilla.

-Déjame avisar a mi padre y a Shana de que hoy no duermo en casa.

Noto como se le ilumina la mirada cuando accedo al plan que me ha propuesto. Cuando he terminado la conversación en la que les he tenido que contar toda mi tarde, por fin consigo que me dejen irme con Bridget y empezamos a andar hacia su casa.

Cuando llegamos noto un poco de cansancio, pero Bridget lo remedia rápido ofreciéndome una infusión.

-¿Tú estás segura de que esto...?

-Calla y sube a mi habitación para cambiarte, voy a ir eligiendo la peli.

Subo a su habitación. La tiene bastante ordenada, aunque siendo sinceros la mía lo está más. Me dirijo hacia su armario y escojo unos pantalones del chándal con un top deportivo para ir cómoda y vuelvo a bajar, ella ya tiene las palomitas casi listas y veo que ha puesto nuestra peli favorita, Los juegos del hambre.

Nos sentamos en el sofá con el bol de palomitas en medio y me permito disfrutar de las increíbles vistas de la película. A quien voy a engañar, Peeta es adorable.

Vuelve a enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora