LIAM
En cuanto veo a la persona que me ha hecho tan feliz estos tres meses irse, probablemente para siempre, me entran ganas de llorar. Muchísimas ganas de llorar.
Vuelvo a casa mientras la brisa nocturna me golpea la cara y me despeina, escucho el vaivén de las olas y las comparo con mi relación con Avery, por más que quieran salir de la playa no podrán y nosotros, por más que queramos estar juntos no podremos.
Llego a casa y solo veo a mi madre, me avisa de que mi padre aún no ha llegado del turno de noche pero no le doy mayor importancia y subo a mi habitación para intentar descansar un poco, tantas emociones me han dejado agotado.
La semana que viene tengo que volver a la ciudad para el segundo año de carrera así que necesito descansar el máximo posible estos días para llegar con las pilas cargadas.
Cam me ha enviado varios mensajes preguntando cómo ha ido y diciendo que me puedo desahogar con él si lo necesito y, aunque agradezco mucho que se preocupe por mi, no tengo ánimos para contestar así que ignoro los mensajes y cierro los ojos con la intención de descansar un poco y buscar un rato de paz.
Al final las lágrimas vuelven y dejo que fluyan por mis mejillas mientras respiro profundamente para aflojar el nudo que tengo en mi garganta, no se como superaré estos tres meses con Avery, estoy demasiado enamorado de ella. Al final, agotado de tanto llorar me acabo quedando dormido.
Al cabo de un par de horas, más o menos, una llamada entrante me despierta, miro quien me llama y me doy cuenta de que es mi madre, extrañado, ya que está en casa y podría venir a mi habitación, contesto y espero a que me diga algo.
-Cariño... -noto que su voz es ronca, como si hubiera estado llorando y respira con un poco de dificultad. En ese momento todas mis alarmas saltan y me preocupo de verdad.
-¿Mamá? ¿Estás bien? -pregunto con lágrimas en los ojos de nuevo.
-Estoy en el hospital... Papá... Tú ven lo antes posible por favor.
-Vale.
No sé cómo he conseguido pronunciar ni una sola palabra. Mientras me preparo el nudo en mi garganta se hace más fuerte y las lágrimas no me dejan ver con claridad así que intento relajarme para llegar vivo al hospital. En cuanto he escuchado su voz y me ha dicho las palabras papá y hospital me he puesto en alerta, no le puede haber pasado nada, por favor.
Repito estas palabras mientras salgo de casa y también mientras conduzco lo más rápido posible sin tener un accidente hacia el hospital.
En cuanto aparco en el parking corro lo mas rápido que puedo y pregunto en recepción casi sin poder respirar cuál es la habitación de mi padre, en cuento me la dicen creo que añaden algo más, pero yo ya he salido disparado hacia mi destino. Me doy cuenta de que tendría que coger el ascensor pero como no quiero esperar tanto empiezo a subir las escaleras, un escalón detrás de otro sin parar hasta que llego a la planta correspondiente y busco la puerta. En cuento veo el número que me han indicado espero un par de segundos en la puerta para intentar calmarme. Aunque no lo consigo del todo porque el desagradable olor a hospital inunda mis fosas nasales, acabo entrando y lo primero que veo es a mi madre dormitando en una silla al lado de una camilla. Esta sujetando con fuerza la mano de mi padre. El... creo que respira, su pecho se mueve muy lentamente pero está vivo y tiene los ojos cerrados.
Escucho el pitido constante que me indica que el corazón de mi padre sigue latiendo y me acerco a mi madre para despertarla.
-¿Mamá?
-Liam, El... Estaba volviendo a casa del turno de noche y... un camión venía en sentido contrario el se ha chocado... Ha tenido un accidente de coche, no se ha despertado y...
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Vuelve a enamorarme
RomanceAvery ha pasado su mejor verano en el pueblo de su madrastra y ha conocido al que ella cree que es el amor de su vida, Liam Blackwell. A pesar de estar enamorados con el fin del verano también tiene que terminar su relación y después de verle por ú...