Hace cinco meses.
Buster estaba en clases de deportes, tratando de hacer sentadillas, hasta que no pudo más y se fue a sentar en las bancas.
Desde su lugar, vio a un chico de cabello azul sentado en las gradas junto a una chica morena de cabello púrpura, burlándose de Colette.
—Esos chicos ni siquiera son de nuestro curso—, comentó Maisie, sentándose junto a Buster con una expresión de disgusto.
Pero Buster no estaba escuchando. Estaba fascinado por el cabello largo y azul del chico, sus ojos rasgados, su piel pálida y esa cara bonita tan característica. Un típico chico bonito, pero con algo que lo hacía diferente al resto.
Buster no entendía cómo no había notado su existencia el año pasado, solo lo recordaba parcialmente por qué Janet lo acosaba al punto de seguirlo a su casa.
Descubrió, gracias a su padre, que el chico había sido expulsado por hacer bullying y empujar a otro chico por las escaleras en su anterior instituto. Esa era la razón por la que había pasado desapercibido el año anterior.
Este año, Fang había vuelto a ser el centro de atención.
Fang era todo lo que Buster no era: egocéntrico, vanidoso, siempre en el centro de atención. Buster, por otro lado, era de perfil bajo, amable, casi invisible.
Sentado en las bancas, Buster observaba el partido, pero en realidad solo tenía ojos para Fang. Sabía que jamás podría hablarle; Fang siempre estaba rodeado de chicas, lo que anulaba cualquier oportunidad.
—Ese chico de pelo azul es muy lindo—, comentó Buster, apoyando su mano en su mentón y mirando a Maisie.
—Terrible idea—, respondió Maisie con una sonrisa irónica—. Es bonito, pero es una mala persona. Es muy bueno jugando cualquier deporte, pero cuando practicaba con él, siempre decía: "¿Puedo patearlo?" a cada rato.
—Jamás tendría una oportunidad con él, ¿verdad?
—Hay miles de personas más que podrían ser para ti.
Buster se deprimió con eso, pero su nuevo hobby se convirtió en saber todo sobre Fang. Descubrió que Fang era cinta negra de karate, se cuidaba mucho a sí mismo, iba al gimnasio los lunes, miércoles y viernes a las 5 PM, y había salido con muchas chicas, una de ellas Janet, la chica que lo acosaba el año pasado.
Fang tenía una obsesión consigo mismo: se depilaba las piernas, su cara y brazos, intentaba mantener su apariencia siempre prolija y lloraba mucho. Además, apreciaba el cine y quería ser actor.
No solía enamorarse, pero cuando alguien le gustaba, no podía sacarlo de su mente. Y que le gustara Fang era mucho peor; Fang podía ser perfectamente parte de los chicos que lo hostigaban o amigo de las mujeres que no lo dejaban en paz.
Tres meses después.
Buster seguía sin poder dejar de pensar en Fang.
"Por ejemplo, no pueden pasar diez minutos sin que aparezcas en mis pensamientos.
Eso es mil cuatrocientos cuarenta veces al día, así que diré ciento cuarenta y cuatro veces que pienso en ti, o algo así. Te amo."
Buster recibió un mensaje anónimo:
"Hoy a las 4:30 PM, después de que todos se vayan, deja quinientos dólares en el último basurero del segundo piso o revelaré las estafas y fraudes de tu papá en sus estudios."Acompañaban el mensaje muchas fotos y documentos confidenciales. Asustado, Buster le mostró el mensaje a su padre, quien le dio el dinero sin dudarlo.
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Tu Secreto | Buster x Fang
FanfictionSe ha creado una nueva cuenta donde tus secretos son expuestos. Buster x Fang School AU