Capítulo 3

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— ¿Jungkookie? —el Omega parpadeó varias veces, un beta, o su crush mejor dicho le estaba hablando. — ¿Estás bien?

—Si, Yugyeom —contestó aburrido. —Lo estoy.

No, no lo estaba. Odiaba al jodido universo, su padre le insistió con que saliera con alfas huecos hijos de sus amigos empresarios. Su arte no fluía, estaba algo frustrado debido a ello. Casi no tenía amigos, detestaba a los alfas por su complejo de superioridad y soberbia, esas bestias estúpidas querían tener el control de él y para la suerte de esos imbéciles Jeon Jungkook no lo iba a permitir pero también estaban los omegas, odiaba tanto la necesidad que tenían estos últimos por agradar. Los omegas eran demasiado sumisos, y sus antiguos amigos omegas querían que él fuese igual ellos, pero Jeon Jungkook no estaba dispuesto a ser una bolita dulce y complaciente.

Quieres ser complaciente en otros aspectos con uno de tus mayores le había dicho su subconsciente en doble sentido, odio a su lobo por estar de acuerdo.

El Omega bufó con su vista en el pizarrón, el profesor explicaba sobre su proyecto de evaluación final. Otra cosa que se sumaba a su lista de preocupaciones, si no podía poner sentimientos en hacer arte para su placer ¿Por qué iba a poder hacer una pieza para el proyecto? No tenía ganas de desaprobar. Gimió debido a la frustración.

— ¿Quieres ir a beber algo, Kook? —murmuró su compañero/crush.

—Quedé en almorzar con Jimin hyung ¿Podríamos en otro momento? —el cuerpo del Omega se relajó cuando el beta asintió, tenía ganas de llorar y no quería que Yugyeom fuera testigo de ello.

Cuando la clase llegó a su fin, el Omega saludó al beta para después irse. Jimin era dueño de una cafetería, la había heredado de su padre y para su suerte quedaba cerca de su universidad. Suspiró sosteniendo la tira de su mochila en su hombro mientras recorría los pasillos llenos de estudiantes, quería llegar a la salida cuanto antes.

Una vez afuera de ese edificio atestado de personas, por fin pudo respirar aire en paz. Rebuscó su móvil en su bolsillo para chequear los mensajes que tenía.

— ¡Omega! —Jungkook lo ignoró y siguió caminando, podrían haberse dirigido a cualquiera ¿No? — ¡Jeon, omega! —el nombrado paró en seco volteando a ver a tres alfas que caminaban en su dirección. — ¿Vas a algún lado? —inquirió el mismo parándose frente a él.

Jungkook los evaluó a los tres con una mirada aburrida y chasqueó la lengua, estos tipos le desagradaban ¿Por qué no huelen a cítricos? Se burló su lobo. El omega negó y volteó para seguir su camino hasta que la mano de otro lo detuvo sujetando su muñeca.

—Derek te hizo una pregunta.

—Púdranse —espetó altivo y soltó su muñeca de un tirón. Se dispuso a emprender su camino hasta que otro sostuvo su hombro. —No vuelvan a ponerme un puto dedo encima —gruñó tomando la mano sobre su hombro para doblar la muñeca y voltearse dándole un rodillazo al alfa.

El omega empezó a correr. Los dos imbéciles corrían detrás de él mientras uno se retorcía de dolor en el piso, no podía arriesgarse a pelear contra dos alfas sin estar preparado porque ellos podrían usar su voz de mando. Sería una lucha que dejaría para otro día.

Corrió lo más rápido que pudo hacia la cafetería de su primo, sabía que los alfas estaban pisando sus talones ¿Podrías ayudarnos por una jodida vez en la vida, diosa luna?

Y como si sus plegarias fueran escuchadas en su campo de visión apareció una cabellera azulada bastante conocida, Taehyung lo miró alarmado hasta que vio detrás de él. El alfa no estaba solo, estaba con otro chico pálido el cual le parecía familiar.

Versátil -kookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora