En el espacio íntimo de la habitación de Angel, la atmósfera cambió, cargada con una nueva energía mientras estaban uno frente al otro, con las miradas fijas en un silencioso intercambio de deseo y anticipación.
El corazón de Angel latía con fuerza en su pecho mientras daba un paso vacilante hacia adelante, acortando la distancia entre ellos. Su mano tembló levemente mientras levantaba la mano para quitar un mechón de cabello de la cara de Husk, el toque era suave pero cargado de anhelo.
El aliento de Husk quedó atrapado en su garganta ante el tierno gesto, su propia mano se movió para acunar la mejilla de Angel en una caricia que envió escalofríos por su columna. En ese momento, el mundo exterior se desvaneció, dejando solo a ellos dos.
Sin decir una palabra, Angel se inclinó y sus labios se encontraron con los de Husk en un beso suave y tentativo que encendió una tormenta de pasión entre ellos. Fue un beso lleno de anhelo y deseo, una declaración silenciosa de los sentimientos que ambos habían mantenido ocultos durante tanto tiempo.
Cuando se separaron, sin aliento y sonrojados de deseo, ambos supieron que en ese momento no había lugar para la duda o el miedo, sólo la abrumadora certeza de que estaban exactamente donde debían estar.
"Antes de continuar", dijo Husk suavemente mientras colocaba sus manos sobre los hombros de Angel, "Necesito que me digas si se vuelve demasiado o si quieres parar, ¿vale?"
"Por supuesto, cariño", respondió Ángel, con la voz llena de tranquilidad. "Pero confío en ti, puedes hacer cualquier cosa".
La expresión de Husk se suavizó, sus ojos reflejaban una mezcla de ternura y preocupación. "Cariño, agradezco tu confianza, pero necesito que entiendas algo", dijo suavemente, moviendo sus manos hacia la cara de Angel. "Tu comodidad y tus límites son mi principal prioridad. No haré nada que te haga sentir incómodo y necesito tu consentimiento entusiasta en cada paso del camino, ¿de acuerdo?"
La expresión de Angel se suavizó, un destello de vulnerabilidad cruzó sus rasgos. "Yo... te lo agradezco, Husky", murmuró, con la voz teñida de emoción. "A nadie le ha importado antes lo que quiero".
La mirada de Husk se suavizó, su corazón dolía al darse cuenta del dolor que Angel había soportado. "Bueno, eso cambia ahora, caro", dijo con firmeza, apretando suavemente las manos. "Tus sentimientos importan y siempre respetaré tus límites. Ya no estás solo".
Los ojos de Angel brillaron con lágrimas no derramadas cuando las palabras de Husk lo invadieron, una ola de calidez y gratitud inundó su corazón. Por primera vez en su existencia, se sintió verdaderamente visto y valorado, sus vulnerabilidades fueron recibidas con comprensión y compasión.
"Gracias, Husky", susurró Angel, con la voz ahogada por la emoción. "Yo... no sé qué decir."
Husk lo abrazó con ternura, abrazándolo cerca como para protegerlo del dolor del pasado.
"No tienes que decir nada, Ángel", murmuró con voz suave y tranquilizadora. "Sólo debes saber que estoy aquí para ti, siempre".Mientras el tierno momento persistía entre ellos, Angel sintió una oleada de anhelo corriendo por sus venas, un deseo innegable de expresar sus sentimientos por Husk de la manera más íntima. Con una mano temblorosa, extendió la mano para acariciar la mejilla de Husk, su toque ligero como una pluma mientras trazaba los contornos de su mandíbula.
La respiración de Husk se detuvo ante el tierno toque, sus propios dedos se enroscaron en el cabello de Angel mientras lo acercaba, acortando la distancia entre ellos.
Con un suave suspiro, Angel enterró su rostro en el hueco del cuello de Husk, inhalando el reconfortante aroma de su colonia mezclado con un leve toque de whisky. Era un aroma que se había convertido en sinónimo de seguridad y pertenencia, un santuario en medio del caos.
Husk lo abrazó cerca, sus brazos rodearon firmemente la cintura de Angel, como si tuviera miedo de soltarlo por temor a perder este precioso momento.
A medida que los minutos pasaban en una neblina dichosa, Angel sintió una sensación de satisfacción invadirlo, llenándolo de una calidez que nunca antes había conocido. En los brazos de Husk, encontró paz, un refugio de las tormentas que habían azotado dentro de él durante tanto tiempo.
Acompañado de una suave sonrisa, Husk le dio un suave beso en la parte superior de la cabeza, su toque era tierno y tranquilizador. "Te amo, Angel", murmuró, su voz era una promesa susurrada en el silencio de la habitación.
El corazón de Angel se hinchó de emoción ante las palabras, su propia confesión esperando en la punta de su lengua. Pero antes de que pudiera hablar, Husk se inclinó y capturó sus labios en un tierno beso que decía mucho del amor que compartían.
Mientras se alejaban del beso, Angel miró a Husk a los ojos, su corazón rebosaba de amor y gratitud. "Yo también te amo, Husky", susurró, con la voz llena de sinceridad. "Más que nada."
Con una tierna sonrisa, Husk pasó sus dedos por la mejilla de Angel, su toque suave y tranquilizador.
"Nunca pensé que podía sentirme así", susurró Angel, su voz apenas por encima de un suspiro mientras presionaba un suave beso en la frente de Husk.
Los brazos de Husk se apretaron alrededor de él, una suave sonrisa jugando en las comisuras de sus labios. "Yo tampoco, cariño", murmuró, con la voz llena de ternura. "Pero me alegro de que nos hayamos encontrado".
"Entonces, eh, ¿esto significa que ahora somos novios?", Preguntó Ángel, su voz traicionaba el nerviosismo que sentía, a pesar de que ambos acababan de confesarse su amor.
Husk miró a Angel a los ojos, su propia mirada llena de calidez y afecto. "¿Sabes qué, Ángel?" dijo, su voz suave pero llena de certeza. "Somos absolutamente, sin lugar a dudas, novios".
Una oleada de felicidad invadió a Angel ante las palabras de Husk, su corazón se hinchó de amor por el hombre que yacía a su lado. "¿Sí?" respondió, su voz apenas era más que un susurro, sus ojos brillaban de emoción.
"Sí", confirmó Husk, su sonrisa se amplió hasta convertirse en una mueca. "Y no podría estar más feliz por ello".
A medida que avanzaba la noche, se perdieron el uno en el otro, explorando las profundidades de su pasión y deseo con una intensidad feroz que los dejó sin aliento y regocijados.
Tumbados entrelazados bajo el resplandor de la luz de la luna, con sus cuerpos apretados en un abrazo silencioso, Ángel supo con inquebrantable certeza que había encontrado su hogar en los brazos de quien amaba.
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My favourite loser | Huskerdust
FanficHusk notó muchas cosas sobre Angel que no muchas otras personas notarían. Siempre había sido perspicaz cuando se trataba de cómo se sentía realmente la gente, a pesar de lo que intentaban mostrar lo contrario, pero Husk sentía que desde que lo habí...