Cuando la luz del sol entraba por la ventana de su dormitorio, Ángel despertó en los brazos del hombre que amaba y que también lo amaba.
Entre tanto, se relajaban juntos, disfrutando del resplandor de su amor, una chispa de inspiración se encendió dentro de Angel. Había intentado todo para recuperar su alma de manos de Valentino, pero nada había funcionado. Ahora, mientras miraba la baraja de cartas que su novio barajaba distraídamente, una idea atrevida comenzó a tomar forma en su mente.
¿Y si pudiera ser más astuto que Valentino en su propio juego?
Cuanto más pensaba Angel en ello, más se convencía de que el poker podía ser su billete hacia la libertad. Sabía que Valentino tenía debilidad por los juegos de alto riesgo y siempre estaba dispuesto a hacer alarde de su riqueza y poder. Y si Angel pudiera atraerlo a una partida de póquer, tal vez tendría la oportunidad de recuperar su alma.
Tenía una sensación de determinación ardiendo en su pecho, Ángel tomó su decisión. Le pediría a Husk que le enseñara a jugar al póquer. Pero no revelaría su verdadera intención (usar sus nuevas habilidades para burlar a Valentino y recuperar su alma) hasta que llegara el momento adecuado.
Por ahora, mantendría su plan cerca de su pecho, confiando en que Husk lo entendería cuando llegara el momento.
Mientras imaginaba el escenario que se desarrollaba en su mente, Ángel no pudo evitar sentir una oleada de emoción. Casi podía ver a Valentino cayendo en su trampa, su arrogancia y codicia cegándolo ante la verdadera naturaleza del juego.
Con un brillo decidido en sus ojos, Ángel supo que esta era su oportunidad de darle la vuelta a Valentino de una vez por todas. Y mientras ponía su plan en marcha, sintió que una renovada sensación de esperanza florecía dentro de él, impulsándolo a seguir adelante con una resolución inquebrantable.
Angel respiró hondo y su corazón latía con fuerza con una mezcla de nervios y determinación. Miró a su amado felino, sus ojos llenos de una intensidad suplicante.
"Husk", comenzó Ángel, su voz suave pero urgente. "Hay algo que necesito preguntarte, algo importante".
Husk levantó la vista del mazo de cartas que estaba barajando, con una curiosa sonrisa jugando en las comisuras de sus labios. "¿Qué pasa, cariño?" preguntó con voz cálida y afectuosa.
El tragó saliva, sus palmas sudaban de nervios mientras ordenaba sus pensamientos. "Yo... necesito tu ayuda con algo", admitió, su voz temblaba ligeramente.
La expresión de Husk se suavizó con preocupación, su mirada se llenó de apoyo inquebrantable. "Por supuesto, ragnetto" respondió con voz suave pero resuelta. "Cualquier cosa que necesites, estoy aquí para ayudarte".
Angel respiró hondo, preparándose para lo que estaba a punto de preguntar. "Necesito que me enseñes a jugar al póquer", confesó, su voz apenas era más que un susurro.
Las cejas de Husk se alzaron con sorpresa, una mezcla de confusión y curiosidad cruzó por sus rasgos. "¿Póker?" -repitió, su voz teñida de incredulidad.
Angel asintió, su corazón latía con fuerza en su pecho cuando encontró la mirada de Husk. "Sí, póquer", repitió, su voz ganando fuerza con cada palabra.
Husk estudió a Angel por un momento, su expresión se suavizó con comprensión. Se dio cuenta de que la petición de Angel era algo más que simplemente aprender a jugar al póquer por diversión. Notó la determinación en los ojos de Ángel, la forma en que sus manos temblaban ligeramente. Pero Husk sabía que no debía presionarlo para obtener respuestas antes de que estuviera listo para compartir.
"Está bien", dijo, con una sonrisa tirando de las comisuras de sus labios. "Te enseñaré todo lo que necesitas saber".
Angel asintió, una sensación de alivio lo invadió cuando extendió la mano para tomar la mano de Husk entre las suyas. "Gracias, Husk", susurró, con la voz llena de gratitud y amor.
Husk se sentó a la mesa, barajando una baraja de cartas con facilidad mientras Angel observaba con una mezcla de curiosidad y determinación.
"Está bien, bebé", dijo Husk, con una sonrisa maliciosa jugando en las comisuras de sus labios. "¿Quieres aprender a jugar al póquer? Te enseñaré, pero te advierto que no dejo que sea una partida fácil con nadie, ni siquiera contigo, cariño".Los ojos de Angel brillaron con determinación mientras tomaba asiento frente a Husk. "Estoy listo, Husky", respondió, con la voz llena de confianza. "Haré lo que sea necesario para ganar".
Husk se rió suavemente, impresionado por la resolución de Angel. "Muy bien, entonces comencemos", dijo, repartiendo las cartas con un movimiento de muñeca. "Lo primero es lo primero, comenzaremos con lo básico".
Durante las siguientes horas, Husk guió pacientemente a Angel a través de las complejidades del juego, enseñándole las reglas, estrategias y trucos del oficio. Ángel absorbió cada palabra, su mente enfocada en su objetivo.
Las habilidades de Angel mejoraron con cada mano y su confianza creció con cada farol exitoso y cada apuesta en el momento oportuno. Y mientras jugaban, Husk no pudo evitar sentir orgullo por el progreso que estaba haciendo su novio.
Pero a medida que se acercaba la última mano, la determinación de Ángel alcanzó nuevas alturas. Con una mirada acerada y un atisbo de picardía en sus ojos, examinó cuidadosamente sus cartas, calculando su próximo movimiento con precisión.
Y luego, en un movimiento audaz e inesperado, Angel dejó sus cartas, revelando una mano ganadora que dejó a Husk sin palabras. "Yo gano", declaró Ángel, con la voz llena de triunfo.
Los ojos de Husk se abrieron con sorpresa y una sonrisa se extendió por su rostro. "Bueno, que me condenen", exclamó, sacudiendo la cabeza con incredulidad. "Parece que eres bueno, querido".
Angel disfrutó del brillo de su victoria, un fuego ardía en su interior, alimentado por el conocimiento de que estaba un paso más cerca de recuperar su libertad de las garras de Valentino.
Notas: Hola! Se que este capítulo es bastante corto pero el siguiente es bastante más largo.
-. Atentamente fairydrill
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My favourite loser | Huskerdust
Fiksi PenggemarHusk notó muchas cosas sobre Angel que no muchas otras personas notarían. Siempre había sido perspicaz cuando se trataba de cómo se sentía realmente la gente, a pesar de lo que intentaban mostrar lo contrario, pero Husk sentía que desde que lo habí...