11: Familiar face

136 13 9
                                    

El vestíbulo del Hotel Hazbin vibraba con su habitual energía caótica.  Alastor estaba contando otro de sus cuentos fantásticos, Vaggie vigilaba atentamente a los invitados y Charlie hacía todo lo posible para mantener el orden.  En medio del ruido y el bullicio, las puertas dobles se abren con un crujido espectacular.

Emily entró y su brillo etéreo llamó la atención de inmediato.  Detrás de ella, sin embargo, había una figura que detuvo a todos en seco.  Sir Pentious, vestido con su habitual atuendo victoriano y con una expresión sombría, la siguió al interior de la habitación.

La mandíbula de Charlie cayó.  "¿Sir Pentious? Pero... ¡pensábamos que estaba muerto!"

Sir Pentious se ajustó el sombrero y asintió.  "Los informes sobre mi fallecimiento han sido muy exagerados".

Alastor, intrigado, se inclinó hacia adelante.  "¿Y dónde, por favor, dime, has estado todo este tiempo?"

Emily suspiró y dejó caer los hombros.  "Ha estado en el Cielo. Sir Pentious fue redimido".

La habitación quedó en silencio, el peso de las palabras de Emily se hizo sentir.  La redención era un concepto mítico en el infierno, y ver a Sir Pentious aquí, vivo y redimido, fue nada menos que asombroso.

"¿Redimido?" repitió Vaggie, entrecerrando los ojos con sospecha.  "Entonces, ¿por qué estás de vuelta aquí?"

Sir Pentious se aclaró la garganta y parecía serio.  "Fuimos expulsados del cielo, por contarle a la gente sobre mi redención".

Un murmullo de sorpresa recorrió la habitación.  Emily continuó, con la frustración evidente en su voz.

"Intentamos ayudar a otros, hacer correr la voz de que la redención era posible. Pero el Cielo decidió que la verdad era demasiado peligrosa. Decidieron detener los exterminios anuales para mantener la paz, pero sólo mientras nadie en el Infierno encuentre "La redención es realmente posible."

"¿Y Adán?" preguntó Vaggie, con la voz tensa por la preocupación.

"Permanecerá en el infierno para siempre", respondió Sir Pentious, con una nota de tristeza en su voz.  "Un recordatorio de lo que sucede cuando desafías las reglas del Cielo."

Adán, que había estado parado a un lado, de repente estalló en furia.  Sus ojos ardían de ira, sus puños apretados con fuerza a los costados.  "¡Mierda! ¡No, esto no puede estar pasando!"  Gritó, su voz temblando de rabia.  "¡No puedo quedarme aquí para siempre! ¡Esto no es justo!"

Giró sobre sus talones y salió furioso del hotel, cerrando la puerta detrás de él con una fuerza que resonó en todo el vestíbulo.  La habitación quedó sumida en un silencio atónito, el peso de su ira flotando en el aire.

Los ojos de Charlie ardieron de ira, sus manos formando puños a los costados.  "¿Cómo pueden hacer esto? ¡No pueden simplemente quitarnos la única esperanza que teníamos!"

Angel, que había estado descansando en un sofá cercano, de repente se sentó y su expresión cambió a una de sombría seriedad.  "Así que no más exterminios", dijo lentamente, en voz baja.  "Pero además, ¿no hay posibilidad de redención para el resto de nosotros?"

Emily asintió.  "Así es, el cielo no quiere el caos que el conocimiento podría traer".

La furia de Charlie se desbordó.  "¡Esto no se trata sólo de caos! Se trata de darle a la gente la oportunidad de cambiar, de ser mejores. Esto... esto es cruel".

El peso de la revelación de Emily y Sir Pentious flotaba pesadamente en el aire.  La sala estaba en silencio, las implicaciones de sus noticias calando en las mentes de todos los presentes.

My favourite loser | HuskerdustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora