—!!a los muros, estamos bajo ataque enemigo!!— gritaba un soldado con capa verde claro.
En un fuerte custodiado por un centenar de soldados el había encontrado una de las fuentes del desagradable aroma a alcohol pero no el aroma de la niña, fácilmente pudo haber seguido pero no lo hizo y en su lugar empezó a arrojar rocas y troncos contra el lugar.
—!!los detesto, ustedes no tienen que estar aquí en mi territorio... esté es mi territorio criaturas estúpidas!!— repetía con gruñidos mientras seguía lanzando cosas.
Escuchar los gritos de algún desafortunado al que una roca le destrozó la pierna, el brazo o las costillas no le trajo ningún tipo de satisfacción o alegría y solo continúaba lanzando cosas dentro de la fortaleza mientras se movía de un lado a otro.
—!!AYUDAAAA!!
—!!ALGUIEN PIDA REFUERZOS!!
El se detuvo cuando el sonido de una explosión sobre el llamo su atención, sobre su cabeza en el nublado cielo una nube roja había aparecido y de ella cayó una rama alargada con su punta ardiendo -¿que es eso?- con curiosidad tomó el extremo menos quemado de la rama y la retiro de la nieve antes de que se apagará, contempló por un instante una llama nacer y morir en la punta carbonizada.
—!!DIOS AYUDANOS CON ÉSTOS SALVAJES!!
—!!PARARON... RÁPIDO MUEVAN A LOS HERIDOS Y CARGUEN LAS FLECHAS!!
El paró su ataque y se empezó a acercar a un árbol de color blanquecino, miró sus ramas y follaje parecido al de un pino en color marrón ligeramente enrojecido —fuego... de la sabía del pino rojo— romper el delgado tronco fue fácil y una sustancia cremosa empezó a escurrirse por el tronco, metiendo la punta aún roja y caliente en la sabía se alejo violentamente al ver las llamas levantarse.
—asi creas gran fuego... las lagartijas se comen ésto para escupir fuego— gruñó al agarrar el tronco con el hocico.
Tomando la rama cubierta por fuego encendido rápidamente la sabía del tronco, girando su cuerpo con una gran velocidad abrió su hocico para lanzar el pequeño y delgada árbol que se prendió en llamas.
—!!FUEGOOO!!— grito el comandante al alejarse de una casa corriendo.
La sabía cumplió con su trabajo y hizo combustión con tanta fuerza que creo una pequeña explosión que envolvió la enfermería en llamas, tuvieron unos segundos de gritos agonizantes antes que un segundo tronco prendido en llamas que choco contra el único torreón de la fortaleza —!!desde cuando los nortianos tienen catapultas!!— era uno de los principales pensamientos de los hombres en la fortaleza mientras está se consumía por el fuego.
—hay más... ellos vienen por allá— pensó al percibir el aroma de caballos.
Abandonado su ataque fue corriendo hacia una brigada de jinetes que cabalgaban a toda velocidad, moviendose en un sendero los jinetes se preparaban mentalmente para empalar a los nortianos con sus lanzas. El llegó entré la densidad del bosque y con la fuerza de sus patas sumadas las afiliadas garras rompió un tronco grueso para bloquear el camino de la caballería —!!no pueden correr en tierra mala!!— cuando la caballería se detuvo por el enorme árbol caído un segundo árbol callo en su retaguardia encerradolos, todos los caballos relinchanban y desobediencian a sus jinetes al sentir la presencia de un monstruo.
—!!PARA, MALDITOS CABALLOS!!— se quejo uno de los pocos caballeros.
Lo siguiente que supieron los jinetes es que una monstruosa criatura de piel grisácea empezó a atacarles, montar a caballo no les ayudo en nada contra el monstruo que partía a hombres y caballos con los látigos que llevaba por colas en compañía de sus enormes y afiladas garras —!!donde está chillona, quiero que me devuelvan a chillona!!— para cuándo los sobrevivientes de la fortaleza lograron apagar el fuego sus refuerzos ya sólo eran montones de carne molida entre los colmillos y garras de un monstruo, lentamente se iba dirigiendo a la principal fortaleza siguiendo el aroma de los humanos y atacando a los pequeños bastiones y fortalezas menores en su camino.
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el monstruo de la princesa (pausada)
FantasyEn lo profundo de las montañas existe un peculiar ser que protagoniza las pesadillas de los hombres, aquel ser estuvo atrapado en el bosque entre las montañas durante incontables noches de oscuridad hasta que un día una luz carmesí iluminó los cielo...