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🌸2:WONWOO🌸

Pétalos de rosa y capullos de jazmín flotaban en el agua. Wonwoo sumergió el pie en ella. Estaba tibia, pero apreciaba la temperatura. El día había sido terriblemente caluroso. Lentamente, entró en la gran bañera y se sentó. Un pétalo de color rojo sangre se le enganchó en la piel, haciéndole cosquillas, y lo apartó de un manotazo.

Se había limpiado como le habían indicado. Ahora se sentía extraño por dentro, como si necesitara ir al baño, aunque sabía que estaba vacío. Apenas había comido nada en las últimas cuarenta y ocho horas, y estaba cansado. Había dormido mal la noche anterior y hoy había sido el día más largo de su vida.

Se retorció y trató de relajar los músculos. No, no necesitaba ir al baño. Sólo estaba... ¿insensible? Le dolía un poco el estómago, pero ya estaba casi acostumbrado. Hacía semanas que sufría de dolores de estómago nerviosos. ¿Había perdido peso? Se pasó la mano por el pecho. Parecía delgado. ¿Era deseable?

Hacía más de media hora que su padre alfa le había dicho que debía despedirse de los invitados a la boda y retirarse al dormitorio. Mingyu debió verlo salir, pero Wonwoo no se atrevió a encontrar la mirada de su novio. No cuando todo el mundo lo sabía.

Qué extraño. Se suponía que era lo más íntimo de lo que nadie hablaba. Sin embargo, todos los presentes sabían que Wonwoo se iba a preparar para la noche de bodas. Sabían que iba a limpiarse, a bañarse, a arrodillarse desnudo junto a la cama, y que iba a ser... llenado por su marido. Algunos de los invitados, al menos los jóvenes alfas de las dos familias, iban a esperar bajo la ventana del dormitorio. Sus hermanos mayores, tíos, primos... ¿Estaría allí su padre alfa? Wonwoo se encogió al pensarlo. Había decidido que tenía que estar callado para que los de abajo no lo oyeran. Porque su tutor, Maya, le había advertido que el sexo dolería. Y cuando ocurriera, Wonwo no debía avisar a su marido. Mingyu se molestaría, y su placer se arruinaría. No, Wonwoo se quedaría callado, aunque le doliera.

¿Por qué tenía que haber gente debajo de la ventana? ¿Por qué tenían que saber exactamente cuándo perdería Wonwoo su inocencia? El propio Wonwoo no sabía nada. Bueno, conocía la mecánica y las reglas. Maya había sido minucioso en sus instrucciones.

«-Durante el reclamo, recibirás a tu marido en tu cuerpo con gracia, tanto en tu boca como en tu núcleo. Si su semilla llena tu boca, debes tragarla. Su semilla es un regalo y no debes desperdiciarla. Cuando te penetre por detrás, debes quedarte quieto y dejar que te llene por completo. Tu dolor es una bendición, que te protege del pecado. Quédate quieto hasta que haya terminado. Entonces aprieta bien tu abertura, para que su semilla se quede dentro. No te toques para que no te considere impuro».

¿Pero cómo se sentiría? ¿Cuánto tiempo duraría? ¿Qué querría Mingyu que hiciera? Wonwoo esperaba no tener que llevarse la semilla de Mingyu a la boca. Sonaba difícil y un poco asqueroso. Maya había sido explícito y a menudo incomodaba a Wonwoo. Hablaba mucho del dolor, y Wonwoo sospechaba que su tutor encontraba algún tipo de extraña diversión en sus largas explicaciones. Wonwoo conocía el dolor, pero también sabía que el sexo podía ser placentero, incluso para los omegas. ¿Era eso malo? ¿Un pecado incluso dentro de un matrimonio fiel?

Debería darse prisa; Mingyu podría llegar pronto. O podría venir mucho más tarde, y entonces a Wonwoo le dolería estar arrodillado tanto tiempo. Pero más vale prevenir que lamentar.

Respirando hondo, Wonwoo cogió la botellita de aceite del borde de la bañera y se echó unas gotas en los dedos. Se puso de pie y metió la mano entre las nalgas, untando el aceite alrededor de su abertura. El aceite aliviaría su incomodidad en caso de que no estuviera lo suficientemente resbaladizo. Cerró los ojos y se frotó sobre el lugar. ¿Cuántas veces había tenido la tentación de introducir el dedo? Para estar preparado al menos un poco y tal vez calmar ese insistente vacío que a veces sentía a altas horas de la noche cuando los sueños extraños lo confundían. Sin embargo, nunca lo había intentado. Estaba mal. Había tocado su polla a menudo, pero el interior de su cuerpo era sagrado. Necesitaba mantenerse puro.