Se despertó envuelto en los brazos de su marido, desnudo. Los dos estaban desnudos, apretados el uno contra el otro, piel contra piel. Wonwoo no abrió los ojos. Se quedó quieto, sin querer despertar a Mingyu, y recordó los dichosos recuerdos de la noche anterior.
Mingyu había sido tan cariñoso y amable, y oh, esos besos. Las mejillas de Wonwoo se calentaron al recordar dónde y cómo le habían tocado. Se había quedado dormido con la semilla de Mingyu dentro, y ahora se sentía extraño ahí abajo, todavía un poco mojado por dentro. Reprimió la necesidad de contonearse. La semilla de Mingyu está dentro de mí. Su corazón se agitó, pero no de miedo ni de vergüenza. Ahora pertenecía a Mingyu, y aquellos besos y caricias no eran algo de lo que avergonzarse. La boca de Mingyu en su abertura, su lengua dentro había sido la sensación más increíble que Wonwoo había experimentado. ¿Volvería a sentirla alguna vez?
Pensó en los segundos que precedieron a la cima, el repentino vacío, el deseo de ser llenado más profundamente, con algo mucho más grande que la lengua de Mingyu. Entonces, la salpicadura de líquido caliente había caído sobre su piel sensibilizada, y Mingyu la había introducido en él con su lengua... Wonwoo imaginó que la semilla le había marcado, le había cambiado, le había atado a Mingyu para siempre.
Si quería más, tendría que pedirlo. El corazón le dio un golpe en el pecho ante esa idea.
La mano de Mingyu se deslizó por su brazo.
«¿Está despierto?»
Un suave roce de labios en su sien. ¿Dormiría Wonwoo así todas las noches a partir de ahora? ¿Se despertaría desnudo en el abrazo de su marido cada mañana?
El calor se extendió por su vientre, junto con una sensación diferente, algo ligero y nervioso, como chispas o alas de mariposa revoloteando. Una amplia sonrisa se dibujó en sus labios. Wonwoo no sabía de dónde procedía esa sensación, pero tenía que sonreír. Era... feliz. Oh, Dios, era tan feliz.
Otro beso y uno más, un rastro de ellos por su cuello. Los fuegos artificiales estallaron en el pecho de Wonwoo. «Por favor, que Mingyu me abrace y me bese toda la noche, todas las noches.»
—Mi dulce cariño. Puedo sentir tu corazón acelerado—. El suave rumor de la voz de Mingyu le hizo sentir escalofríos. —¿Qué pasa?
Tenía que hablar. ¿Pero qué podía decir? ¿Cómo describir la maraña de alegría, alarma y regocijo que le invadía? No dijo nada. Se revolvió en los brazos de Mingyu, abrió los ojos y se encontró con la mirada preocupada de su marido. Mingyu era tan guapo. Wonwoo rozó con la palma de la mano en la mejilla de Mingyu y le besó en los labios. El zumbido satisfecho de Mingyu era como música en los oídos de Wonwoo.
—Gracias—, susurró Wonwoo.
Mingyu sonrió, su cara brillaba de placer.
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Wonwoo vibraba de nervios cuando se turnaban en el baño y se vestían. No era incómodo, sólo desconocido. Estaba acostumbrado a hacer todo esto solo, y ahora estaba en el espacio de Mingyu. Intentaba mantenerse al margen, pero Mingyu no le dejaba. Cada vez que se cruzaban, acariciaba la mejilla de Wonwoo o le besaba la sien. Abotonó la larga camisa negra de Wonwoo y pasó sus manos por los hombros de éste y por sus brazos. El color de la camisa marcaba ahora a Wonwoo como tomado, el bordado dorado de las mangas era una señal del elevado estatus de su marido. Nunca volvería a vestir de blanco puro.
Mingyu le dio un beso en la nariz y sonrió con alegría. Wonwoo no tenía que preocuparse por estorbar a Mingyu por las mañanas. Su marido parecía disfrutar de su presencia.
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treasure | mw
Fanfiction"Me robaste el corazón; tuve que robarte entero". adapt omegaverse age gap