treasure | mw

🌸EXTRA🌸

Wonwoo ha criado a su único hijo lo mejor que ha podido, intentando protegerlo de las peligrosas influencias de Dalton City. Está buscando un yerno adecuado antes del segundo celo de Ujin: quiere que éste sea feliz con un hombre considerado que le quiera como Mingyu siempre ha querido a Wonwoo.

El mundo de Wonwoo se rompe cuando Ujin se fuga, desafiando los deseos de sus padres para su futuro. Preocupado por la seguridad de su hijo y temiendo el enfado de Mingyu, Wonwoo envía al equipo de seguridad de la familia a buscar a Ujin y traerlo a casa.

En el romance erótico "Devoted", estos acontecimientos se describen desde la perspectiva de Ujin. El capítulo extra que aparece a continuación explica lo que ocurrió entre Mingyu y Wonwoo después de la fuga de Ujin.

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Mingyu

23 años después

—Has roto tu voto.

Las piernas de Wonwoo cedieron debajo de él y se desplomó sobre la alfombra.

Con la cabeza gacha, se estremeció por completo. No dijo ni una palabra.

Durante unos pocos latidos, una sensación de justa satisfacción alivió a Mingyu de su ira. La reacción de Wonwoo le pareció apropiada. Debería arrepentirse. Debería sufrir y expiar. Mingyu nunca habría creído que Wonwoo pudiera traicionarle y, sin embargo, eso era exactamente lo que había hecho. La ingrata audacia. La imprudencia.

—¿Creías que no me iba a enterar? ¿Qué podrías dejarme en ridículo tan fácilmente? Enviaste a nuestros hombres a cazar a nuestro propio hijo. A mis espaldas. ¿Qué pensaste que podrías lograr? Sólo perseguiste a Ujin para que se escondiera.

Un sollozo estrangulado se le escapó a Wonwoo.

—Lo peor de todo es que traicionaste mi confianza, Wonwoo. Te di independencia y, a cambio, me engañaste.

Mingyu miró el pequeño y tembloroso cuerpo arrodillado en el suelo frente a él, y le dolió. La visión dolía tanto que el dolor anuló su ira en un instante. Un claro sentimiento de injusticia oscureció sus pensamientos.

Su amado esposo se encogía de miedo frente a él, y su conciencia le gritaba que eso estaba mal.

Wonwoo se balanceó de un lado a otro, con los puños agarrando las cortas hebras de la alfombra. No se defendía ni se disculpaba. No hacía nada.

—Me has mentido—, dijo Mingyu en voz baja, y las palabras se sintieron como un veneno saliendo de su boca. Wonwoo se hundió más, acurrucándose en sí mismo. Su frente rozó la alfombra. Parecía tan pequeño.

«Mi dulce amor...»

Pero no. Mingyu se armó de valor. Wonwoo debía sufrir. Merecía ser castigado.

—Voy a encontrarme con nuestro hijo y no sé cuándo volveré. Espera aquí. No intentes contactar conmigo ni con Ujin.

Con eso, Mingyu se dio la vuelta y se fue.

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Había tardado cinco horas en coche hasta el chalet de Park, en el Parque Nacional de Fool's Mountain, y luego cuatro horas y cuarenta y cinco minutos de vuelta. El guardaespaldas y el chófer de Mingyu se turnaban al volante, por lo que ninguno de los dos condujo más de un par de horas seguidas. Quizá Mingyu debería haber aceptado la oferta de Song Seojun y quedarse hasta mañana por la mañana. Habría sido prudente, pero no soportaba la idea de dejar a Wonwoo solo durante la noche.