#8 La Piscina

243 37 155
                                    

Aquí va otro premio,
meme elegido por Vaniklu

Aquí va otro premio, meme elegido por Vaniklu ✨

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*

—¿No te vas a aventar?

—No.

—Está calentita.

—Estoy bien así.

Luis bufa y luego chista la lengua, sentándose junto a Pedro que tiene los pies metidos en el agua pero que ni siquiera se ha aventurado adentro, ni siquiera allá en el extremo menos profundo, en donde...

En donde están todos los chamaquitos de seis y siete años.

—¿Ni con un flotador? —sonríe Luis— ¡mira, si hay de todos los colores!

Pedro mantiene su cara de póker y se gira a verlo:

No. Gracias.

—Ay, Pedrito. No seas aguafiestas.

—Sabes que no sé nadar, —masculla el menor, acercándose a él y rechinando los dientes, enviando una mirada de soslayo al guardavidas designado, allá junto a la entrada de bastidores— vete a lanzarte del trampolín o algo. 

Luis imita su acción, sigue su mirada que se posa sobre el alto, esbelto, guapo y educado guardavidas al que Pedro desviste tímidamente con la mirada cada vez que lo acompaña al Club de Natación. 

—Nomás vienes a echarte tu taco de ojo y me ignoras, —le dice, haciendo un puchero bastante infantil— ¿por qué no le hablas?

—Luis...

—¿Pos qué tiene? 

—Pos... —Pedro vuelve la vista al guardavidas y se traga un suspiro— qué no tiene... si está retechu-¡agh!

Y con un empujón bastante brusco Luis lo avienta a la parte más profunda de la pileta, esa exclamación de sorpresa es interrumpida cuando Pedro se zambulle de lleno, tragando unas cuantas bocanadas de agua con gusto a cloro que además ahogan el resto de sus gritos.

—¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡No sabe nadar! ¡Auxilio!

Ni escucha Pedro tampoco completamente el escándalo de su compañero, pues se le hace imposible mantenerse a flote por más que lo intente, patalea y manotea el agua y logra sólo hundirse más, sobrepasado por el susto y el pánico. Luis lo empujó con tantas ganas que ni siquiera alcanza el borde de la piscina ni la boya más cercana para poder tomar aire.

—¡Idio—ughlguh! —se vuelve a hundir y a tragar otro medio litro de agua tibia de pileta pública, ¡ew!

Y entonces escucha un estruendoso clavado y un par de fuertes brazos le rodean la cintura y de un momento a otro alguien lo está recostando contra... algo... y en su oreja siente una voz demasiado clara:

JaladasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora