El Infierno en Tierra

🌵Una Sola Bala🌵

Jake regreso rápidamente a su hogar, su corazón latía con fuerza y la humedad entre sus piernas hizo que sus mejillas se volvieran muy rojas y tenía sudor en toda su frente y barbilla.

- Maldito camaleón de cuarta. J-Juro que te matare.

Paso toda la noche retorciéndose tratando e calmar el calor en su cuerpo. Por esto odiaba su vida, reaccionaba como una hembra en celo y eso lo odiaba. Pero apenas y su condición le traía problemas, entonces recordó que su madre dijo que cuando uno encuentra a su alma gemela habrán ciertos cambios que iba a tener que entender.

Eso fue hace casi treinta años y tenía que ser un maldito camaleón.

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Al día siguiente el camaleón estaba de lo más tranquilo durmiendo cuando sintió el frío del agua que su mamá había echado encima de él.

- ¡Ay, m-m-m-mamá! ¿¡Por qué hizo eso!?

- Quiero que ahorita mismo se le vaya a buscar trabajo. Ayer si tuvo dinero para llegar en la madrugada todo borracho pues ahora irá a buscar de dónde sacar dinero para vivir aquí.

- ¡P-Pero mamá apenas estoy llegando! No puedo buscar trabajo de un día para otro.

- Pues empezarás a hacer el intento.- le extendió su saco y sombrero empujándolo a la puerta.- ¡Y no me regreses hasta que encuentres algo!

- ¡Mamá al menos déjame..- le cerró de un portazo en la cara.- .. desayunar. Ah, ¿Y ahora? ¿Quién podrá defenderme?

Camino hacia el pueblo pensando en quien podía ayudarle a conseguir un trabajo. Sinceramente lo que cayera era bueno.

- ¡Ey, héroe! Por aquí.- llamo uno de sus amigos burlándose de que le decían héroe por enfrentarse a Víbora Jake sin morir.- ¿Qué, al fin colmaste a tu mamá y te echo a la calle? Ya era hora, ya estás grandesito.

- ¡JA-JAJA! Muy graciosito ¿No? Por cierto ¿Esa camioneta es nueva? No pensé que fueras de los que ahorraban.

- Nah, esa es la de este año, pero ya pronto la cambiaré por una más reciente.

- ¿L-La la de este año? ¿De dónde sacas tanto dinero?

- Es este eh algo complicado, solo quédate tranquilo con saber que puedes dormir tranquilo. En fin ¿Quieres que te alcanze al pueblo?

- Mm mejor llévame a dónde trabajas.

Mientras tanto, Israel caminaba tomando la mano de su hermana que por más que sea había empezado a sentirse mal de sus piernas.

- ¿El té de la criada te ayudo?

- No le digas así, claro que que me ayudó es solo que...

- Necesitas ir a un doctor ¡Ey, Ajolote! Lleva a mi hermana al médico y que le dé algo que le ayude porque si le da pura tontería yo mismo lo llevaré al infierno.

- Ay hermanito.- suspiro.

- Si señor, ahorita mismo llevo a la señito Isidora.

Israel asintió y se giro tomando de los hombros a su hermana.

- Cuídate chamaca ¿Si? Lo que hago lo hago para que estés bien.

- Yo estaré bien.- sonrió dulcemente y abrazo a su hermano.- Cuida de Jake también, ayer te portaste muy grosero con él.

- Tú siempre lo andas defendiendo. Ya no es un niño Isi ¿No ves la reputación que tiene? Todo el pueblo le teme y eso nos afecta a nosotros, no quiero que todo sea como antes viviendo con miedo y