𝐌𝐀𝐃𝐑𝐄 || 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐑𝐎𝐊𝐈 𝐓𝐎𝐔𝐘𝐀

┌🔹️°˚─◌| 𝐕𝐈𝐈𝐈 |

┌🔹️°˚─◌─ 𝑨 𝒕𝒐𝒅𝒂 𝒓𝒆𝒈𝒍𝒂
𝒄𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒇𝒖𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 ─◌─🔹️°˚┐

El sol de la mañana se colaba por los grandes ventanales del primer nivel de la casa. La semana de descanso y recorrido por la región ya había finalizado y tanto Haruto como Serena tendrían hoy su primer día en sus respectivas primaria y oficina de la Comisión. El desayuno fue rápido pero nutritivo, con tostadas, fruta fresca y un batido de energía para Haruto, quien estaba comiendo con prisa y emoción para salir más rápido de la casa e ir a la primaria a reencontrarse con su nueva amiga. Serena revisó una vez más la mochila de su hijo, asegurándose de que no faltara nada: lonchera, botella de agua, estuche con lápices y colores, y la flamante agenda escolar.

La zona por la que vivían quedaba por la zona central, facilitándose así cualquier recorrido o salida que necesitaran, pero la primaria Midori Gakko quedaba más cerca de U.A. que, de la Comisión de Héroes, donde ella se dirigía. Por lo que tendría que, si o si en lo que finalizaba abril, tomar el metro y luego devolverse a la Comisión directamente. Una vez listos, salieron de casa.

Serena tomó la mano de Haruto y juntos se adentraron en la estación, rodeados del bullicio de la hora pico. El vagón del metro estaba abarrotado, pero la azabache logró encontrar un asiento junto a la ventana para Haruto. Durante el trayecto, observaba con ternura a su hijo mientras este miraba con fascinación el paisaje urbano que se desplazaba a toda velocidad. Durante esa semana, los mechones blancos de Haruto habían aumentado y con todo el dolor del alma del niño, le había tocado tinturarlos. A diferencia del tono azabache con reflejos azulados que tenía antes igual que ella, no había un tono parecido o con el mismo efecto, quedando así con el cabello completamente negro y algo opaco.