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┌──🔹️°˚──◌─ 𝑰𝒏𝒕𝒓𝒐𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏 ─◌───🔹️°˚─┐

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La oscuridad aún dominaba el cielo, pero ya se percibía un sutil cambio en el horizonte

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La oscuridad aún dominaba el cielo, pero ya se percibía un sutil cambio en el horizonte. Un tono azul grisáceo comienza a insinuarse, anunciando la inminente llegada del nuevo día. En las calles, un silencio expectante se apodera del ambiente. Las casas aún duermen, con sus ventanas cerradas y luces apagadas. Sin embargo, algunas ya dan señales de vida. Una luz tenue se enciende en una cocina, donde alguien prepara el café para comenzar la jornada.

En el interior de una habitación, un rayo de sol se cuela por la rendija de la persiana y como si de un instinto inmediato se tratara, una mujer se despierta y apaga el despertador antes de que suene. Ella abre los ojos lentamente, estirándose con pereza. Se sienta en la cama, observando el cielo que poco a poco se va iluminando. A su lado se remueve un pequeño bulto que todavía roncaba, causándole una sonrisa a la mujer quien ríe al destapar la cabeza de su pequeño hijo y observar sus muecas mientras dormía. Sí, ese puchero con el ceño fruncido era completamente heredado de su padre.

Es un nuevo día, la mujer se levanta de la cama de forma mecánica al baño para darse un baño y poder sentirse despierta. Estaba sobrecargada en su trabajo, durante las últimas tres semanas terminaba llevando incluso trabajo a casa y durmiendo entre una y dos horas, si tenía mucha suerte, tres. El agua fría de la ducha la hizo destemplar en su lugar, pero logrando su objetivo: disipar el sueño. Se juagó rápidamente y secó como pudo con la toalla mientras regresaba a la habitación por su ropa y volver a cambiarse en el baño, no quería su hijo de pronto despertara y la viera a medio vestir.

𝐌𝐀𝐃𝐑𝐄 || 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐑𝐎𝐊𝐈 𝐓𝐎𝐔𝐘𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora