Static Electricity [Laxus Dreyar x oc male]

"Nostalgia"

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Luego de todo ese pequeño show, me dispongo a irme a casa, me despido de Laxus y Mira y salgo del gremio, caminando por la calle me encontre con algunos compañeros del gremio, saludé a cada uno y seguia con mi camino, cuando me encuentro con Evergreen y Bickslow, ambos parecian tener una charla algo energica, traté de no llamar su atencion pasando de largo pero la mujer me divisó.

- Eh! Tú! Daniel! -aparte de gritarme tambien se equivoca de nombre, que amable de su parte-.

No hay escapatoria, tendré que ir, que fastidio.

- Eh!... Hola! Evergreen!... y me llamo Dante no Daniel...-la miro algo irritado y cambio rapidamente a una alegre- que lindo verte por aquí...

- Oh... era Dante?.... no lo recordaba así, como séa -dice ella con su tan "humilde" actitid-.

- Tu eres el novato!... el escualido ese -agrega Bickslow- jajaja no creí que saldrias bien en tu primera misión, menos con Natsu y los otros! JAJAJAJA.

- Escualido? (Me insultó?, con su tono de voz no sé si bromea o habla en serio) Eh si... jejeje... -me rio nervioso no sé ni qué hago aqui-.

- Mira enano, al igual que yo Bickslow tambien quieres disculparse por como te recivió, verdad?...-dice volteando a verlo-.

- Eh si!... Yo emm, Lo siento si te ofendí o algo asi -lo dice sin ganas, no parece una disculpa sincera-.

- Oh...bueno, tranquilo te perdono... ahora... tengo que ir a casa... adios! -digo dandome la vuelta listo para marcharme pero Evergreen me detiene-.

- Enano...espera.

- (ENANO!? no soy mas bajito que tú!!) Si?... que pasa?...-digo con una sonrisa bastante forzada-.

- Mira, Laxus nos pidios ser amables contigo a saber la razón, lo intentaremos pero no prometemos nada, al menos yo no... después de todo dañaste mi orgullo como mujer rechazandome de manera insultante! -lo dice dramaticamente-.

- No pasó así, ademas te dejé dormir en mi sofá mal agradecida...

- Eh si... como sea, Freed no será tan considerado, el tiene... cierta fijacion con Laxus y el hecho de que Laxus le pidiera ser amable contigo... no es buen augurio -dice ella con discresion-.

- Es decir que es posible que Freed te aseche debido a la consideracion que tuvo Laxus contigo mocoso -añadió Bickslow-.

- (Genial... ahora tengo un acosador?) Vaya... entonces me cuidaré...en fin, en serio quiero irme a casa, adios!.

Doy media vuelta y me marcho, ninguno me detiene, aunque me deja pensando, por que Laxus se tomaría la molestia de pedirle a sus compañeros ser amables conmigo? Que gana con eso?.... acaso... ya sabe quien soy?!... no nono no, si lo supiera no actuaria como lo hace.
Llegando a casa me encuentro con varias cartas en el buzón, las recojo pero no veo de quien son y me adentro a mi casa)

- Ay... casita linda casita... -suspiro y dejo las cartas en la comoda de la entrada-.

Veo el resto de cartas, estuvimos solo tres dias fuera, el tercero fue por quedarnos a ayudar un poco a arreglar el desastre que causamos.
Las cartas llevan un sello particular y las iniciales "J.D." en una esquina.

- Por qué no me dejas en paz de una vez...-digo mirando con asco y rechazo las cartas-.

Algunos recuerdos llegan a mi cabeza, gritos, golpes y sollozos de una mujer invaden mis recuerdos, mis ojos se humedecen y aprieto el puño, una rabia y angustia que comprimen mi pecho se hacen presentes.

- Jamas te perdonaré J.D. -mi voz esta temblorosa debido a la rabia en ella-.

De pronto el timbre suena y reacciono, alguien toca la puerta, me limpio las lagrimas y relajo la respiracion, me acerco a la puerta y la abro.

- Si?...-al asomar me encuentro con la mujer que me alquila la casa- Oh... supongo que ya debo pagar...

- Como te encuentras joven? -pregunta la anciama mujer, a simple vista parece dulce y amable, y lo és-.

- Me encuentro algo agotado acabo de llegar de un trabajo jeje, le gustaría pasar?... le traeré el sobre con el pago -digo abriendo más la puerta para que pase-.

- Gracias cariño... sigues siendo igual de dulce como cuando eras un niño -dice ella adentrandose-.

- Usted cree?... -digo llevandola a la sala y la siento en el sofá-.

- Oh si... has cambiado bastante... Dante...pero sigues siendo igual de dulce y considerado -dice ella viendome con nostalgia-.

- Le gustaría algo de té? Nana?...-un nudo se crea en mi garganta al decirlo, llevo años sin pronunciar esa palabra-.

- Oh... hace años que no oigo esa palabra... si querido, me encataria algo de té si no es molestía.

- Si se trata de usted jamás será una molestia -digo preparando el té-.

- *suspiro* Aún recuerdo como te la pasabas con aquel niño rubio, el atolondrado, ustedes eran inseparables... bueno, hasta ese día...-su voz se torna más melancólica-.

- Ay Nana... no tiene caso recordar el pasado, yo he crecido y él tambien... ni siquiera me reconoce -digo sirviendo el té y lo llevo a la mesita frente al sofá-.

- Mi niño... te aseguro que si fueron tan cercanos, el te reconocerá más pronto de lo qué esperas...-dice alentadora y sorbe el té-.

- Espero que así sea... después de todo... Él es a quien amo...-digo sentandome junto a ella-.

- Asi sera mi niño, asi será....- se queda callada un momento y luego suelta una pregunta que no esperaba- Y como ha estado tu madre?... no la he vuelto a ver desde que se marcharon... sigue siendo tan dulce como siempre?

La pregunta me toma por sorpresa, puedo oír mis latidos con gran fuerza como si dos tambores retumbaran ante mis oidos, un nudo se forma en mi garganta y un dolor punzante aparece en mi pecho, los recuerdos me abruman y los ojos se me nublan por las lagrimas, pero trato de controlarme y con toda la fuerza de voluntad que poseo.

- Ella....-me tiembla la voz- Mi madre... falleció hace años... Nana...-sin querer se me escapa un pequeño sollozo-.

La anciana mujer me mira con sorpresa y angustia, baja la taza de té y me extiende los brazos, esperando a que yo acepte su cobijo.

Al verla con los brazos extendidos, un fragmento de recuerdo aparece, la figura de una Joven dama de cabellos celestes y hondulados como unas nubes, no le veo el rostro... tiene los brazos extendidos y me llama con una voz muy dulce y maternal; de inmediato me aferro a la anciana y sollozo.

- La extraño tanto Nana...-el dolor en mi voz es degarrador, tan desolador, como el llanto de una madre al saber que perdio a su preciado hijo-.

- Lo siento tanto mi niño...-dice consolandome con caricias en la espalda- debió ser tan duro para tí y para el señor Ja-...

Reacciono con rabia.

- No menciones a ese infeliz!... no...no lo hagas...-sigo llorando-.

- Esta bien... no lo haré...

Nana pasó un buen rato acompañandome, y cuando me traquilizo de loy la paga del alquiler y me despido de ella, le digo que ojala me visite más seguido y se marcha luego de darme un abrazo.

Luego de todo el drama, me meto a la tina a darme un baño, un rato después, saliendo del baño, veo el bolsillo que suelo llevar colgado en el cinturon, lo tomo con delicadeza y la llevo a mi pecho.

- Madre... espero que seas feliz donde sea que estes... te prometí cuidar de estos trés... y lo haré... son lo unico que me quedan de tí -mi voz es melancolica- puede que no sea un mago de tu clase... pero los usare como solo tu sabias...

Alejo el bolsillo y con el pulgar acaricio el cuero, en su interior se ollen tintineos metalicos, bajo el bolsillo en la mesita frente al espejo y me voy a vestir.

Recordando toda la aventura que tuvimos en el pueblo con Natsu y los demas, me hecho a reir un poco, y luego recuerdo a Aquario.

- Y pensar que ella me reconocería...