pasado

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Seokjin había conocido a los Kim de toda la vida.

De hecho, su hermano Jungkook y Taehyung, el hermano de Namjoon, eran muy amigos, lo cuál implicaba que el y Namjoon se veían de vez en cuando.

Al principio se había mostrado frío y distante, pero Seokjin se lo había tomado como un reto, y había empezado a picarlo y a coquetear con él de un modo ingenuo y el cambio que se produjo en él fue espectacular.

En una ocasión habían acudido a una fiesta de Halloween que organizaba un amigo mutuo y alguien le había dado a Seokjin una guitarra, pidiéndole que tocara.

Namjoon se había sorprendido de su habilidad con aquel instrumento, pero al rato su anfitrión apareció con otra guitarra e insistió en acompañarlo.

El trató tocar más despacio, pero él era bastante torpe y finalmente Namjoon se acercó y sin una palabra extendió la mano hacia el anfitrión para que le dejase la guitarra y este accedió con una sonrisa que Seokjin no comprendería hasta momentos después, cuando Namjoon se sentara junto a el, e interpretara una cancion melosa  con tanta pasión que los presentes aplaudieron entusiasmados.

Después, tocaron una canción juntos, sin dejar de mirarse y al llegar a la última nota, Namjoon le dedicó una sonrisa tan encantadora, que el le entregó en ese instante su corazón.

Después, tocaron una canción juntos, sin dejar de mirarse y al llegar a la última nota, Namjoon le dedicó una sonrisa tan encantadora, que el le entregó en ese instante su corazón

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No fue algo repentino, en realidad.
Hacía mucho que la había impresionado lo cariñoso y amable que podía ser, como cuando Taehyung y él se convirtieron en los tutores legales de Hoseok al morir sus padres en aquel accidente de coche.

Además, estaba siempre dispuesto a echar una mano a quien lo necesitara y no había otro hombre en Gwangju más generoso y trabajador que él.

Cierto que tenía un fuerte temperamento, pero sus hombres lo respetaban, porque no les exigía nada que no se exigiese a sí mismo.

Era copropietario del negocio junto con su hermano, pero él era siempre el primero en llegar y el último en marcharse cuando había algo que acabar.

Tenía tantas cualidades admirables.
Además, en aquella época,Seokjin era joven e impresionable y tenía la edad justa para enamorarse perdidamente de un hombre mayor que el.

Después de aquella noche se tropezaban en todas partes: en el restaurante donde almorzaba los martes y los jueves con una amiga; en distintos eventos sociales; en los mercadillos benéficos; cuando iba a dar un paseo a caballo cerca del rancho de los Kim...

Entonces no se había imaginado siquiera que el pudiera ser la razón por la que de repente un hombre tan ocupado parecía tener tanto tiempo libre ni por qué le había dado por frecuentar los lugares que Jin frecuentaba.

Sin embargo, se había enamorado de él y cada segundo que pasaba a su lado, se enamoraba más y más.
Y de pronto, un día, todo cambió.
Habían ido a hacer una excursión juntos a caballo, tras detenerse para que descansaran sus monturas, se habían puesto a pasear hasta que se paró bajo un árbol, apoyándose en un tronco.

Hombres de Seúl     NAMJOON Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora