—Gracias a Dios que se ha acabado —dijo Namjoon cansado cuando se quedaron solos en la casa, Se desanudó la corbata, se desabrochó el cuello de la camisa y se remangó.
Seokjin dejó su corbata en la mesita del vestíbulo y se quitó los zapatos de tacón aliviado, masajeándose pies.
Namjoon lo miró y sonrió, pero se dio la vuelta antes que el pudiera darse cuenta.
—¿Quieres que salgamos a cenar o prefieres que nos quedemos aquí?
—Me da igual.
—Bueno, supongo que resultaría un poco chocante que saliéramos a un restaurante en nuestra noche de bodas, ¿no es así? —le dijo con una sonrisa burlona.
—Adelante, estropéalo por completo. Dios no permita que disfrute del día de mi boda —le dijo Seokjin enfadado.
Le dio la espalda y empezó a subir las escaleras.
—¿De qué diablos estás hablando? —pregunto él frunciendo el ceño.
Seokjin no volvió a mirarlo. Se mantuvo agarrado al pasamanos con la mirada fija en el escalon superior.
—No podrías haber expresado con más claridad tus sentimientos aunque hubieras llevado una pancarta con todas tus quejas escritas con sangre.
Sé que me odias, Namjoon, que te has casado conmigo por lástima y también sé que parte de ti aún desea hacerme pagar por lo que te hice.Namjoon había encendido un cigarrillo y estaba fumando apoyado en la puerta del salón.
—Es bastante duro que destrocen tus sueños, ¿sabes? —repuso él con frialdad. Seokjin se giró y lo miró a los ojos.
—Tú no eras el único que tenías sueños, Namjoon, ¡yo te quería!
—Y por eso me dejaste tirado en la calle por ese chico millonario —le dijo él. Seokjin acarició el pasamanos distraídamente.
—Qué extraño que no me casara con él, ¿no te parece? —le preguntó en un tono casual—. ¿No dirías que es muy extraño, cuando estaba tan desesperado por conseguir su dinero?
Namjoon apartó un instante el cigarrillo de sus labios.
—Supongo que te dejaría al darse cuenta de que como hombre no te interesaba en absoluto.
—Yo nunca estuve interesado ni en él, ni en su dinero —puntualizó Seokjin—, mi familia tenía más que suficiente.
—¿De veras? —contestó Namjoon con una sonrisa irónica.
¿Qué se creía?, ¿que era un idiota?, ¿que no sabía que antes de morir su padre hacía ya tiempo que su familia tenía problemas financieros?
—¿Por qué te niegas a escucharme? —murmuró el—. He tratado de explicarte por qué rompí el compromiso...
—¡Ya lo creo que me lo explicaste! Rompiste conmigo porque no podías soportar mis caricias... pero yo ya sabía eso de mucho antes —le dijo.
Había un brillo peligroso en su mirada
—. Lo supe cuando me apartaste la noche en que nos comprometimos —añadió con voz dolida—. Lo supe cuando vi que estabas temblando como una hoja, con los ojos abiertos como platos. Te faltó tiempo para alejarte de mí.Seokjin entreabrió los labios ligeramente.
—Y tú pensaste que era porque me produces repulsión por supuesto —sugirió tristemente al borde de las lagrimas.
—¿Qué otra cosa podía pensar? —replicó él furioso —No nací ayer —se dio la vuelta de nuevo—. Sube y cámbiate. Cenaremos aquí. No sé tú, pero yo tengo hambre.
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Hombres de Seúl NAMJOON Libro 2
FanficNamjoon solo puede pensar en el dolor y la vergüenza que le causo Seokjin, el desprecio su amor por ir detrás del dinero, ahora que Jin lo perdió todo y está a punto cobrar venganza, será feliz ???