Hombres de Seúl NAMJOON Libro 2

El final de una venganza

Namjoon se quedó allí de pie.

anonadado por las revelaciones de su hermano, hasta que recordó la situación y se dio cuenta de que habían pasado varios minutos.

Taehyung lo había entretenido demasiado.

¿Y si a Seokjin le había ocurrido algo mientras tanto...?

No quería ni pensarlo.

Recorrió la carretera en una y otra dirección con su coche, pero no vio signo alguno del deportivo.Más tarde, cuando llegó a la casa, casi cayó de rodillas, aliviado, al verlo aparcado frente a la casa.

Suspiro profundamente antes de entrar, procurando controlar el temblor de sus manos que le había causado el miedo a encontrarlo lastimado o algo peor.

Seokjin estaba en el comedor charlando con Jessi acerca de una receta.

Cuando lo escucho entrar, alzó la vista y entonces la risa y la animación se borraron de su rostro, como si se hubiese producido de pronto un eclipse.

-He cambiado de coche -le dijo a Namjoon desafiante antes de que él pudiera decir nada-. ¿Te gusta? Es el que tenía Hoseok antes.
Ni siquiera me han pedido un aval y voy a pagarlo a plazos... de mi salario -le aclaró.

Namjoon lanzó a Jessi una mirada cuyo significado esta conocía muy bien y se levantó de inmediato para dejarlos a solas.

Namjoon se sentó a la cabecera de la mesa y encendió un cigarrillo, recostándose en la silla para mirarlo fijamente.

-Lo último que necesitas es un coche deportivo, porque, según he oído, ya conduces a demasiada velocidad.

Seokjin busco sus ojos negros, leyendo la preocupación en ellos

-Alguien me vio en el coche esta tarde -adivinó sonriendo falsamente.

Namjoon asintió con la cabeza.

-Taehyung-le dijo -Sí, me pareció que era él -murmuró Seokjin dándole vueltas a la fina alianza de oro en su dedo
-. No soy un imprudente, es solo que me gusta la velocidad -le dijo incómodo.

-Pues a mí no me gustan los funerales -le dijo él-. Y no tengo intención de asistir al tuyo, así que mañana devolverás el coche o lo devolveré yo.

-¡Es mío! -exclamó, Sus ojos verdes relampaguearon de ira-, ¡y no voy a devolverlo! .- le grito furioso

-No pienso discutir esto contigo, cariño. Taehyung me ha dicho que destrozaste un deportivo como el de Hoseok en Europa.

-Eso fue un accidente -se defendió el sonrojándose.

-Pues aquí no tendrás ninguno -le dijo Namjoon-. No voy a dejar que te mates.

-¡Por amor de Dios, Namjoon, no soy un suicida! -protestó.

-No he dicho que lo seas, pero por lo visto necesitas a alguien que te ponga firme.

-Yo no soy Hoseok, Namjoon -le grito Seokjin.

Los dulces rasgos de su rostro se endurecieron

-. No necesito un tutor- Le dijo furioso

Él no contestó a eso, pero se quedó mirándolo un buen rato en silencio.

-Y ya que estamos hablando de esto... Tampoco me gusta que trabajes para Hyo Sang- Dijo Namjoon con firmeza.

La irritación se estaba apoderando de Seokjin.

Era como si de repente sintiera que le estaban quitando el control de su vida.