En una cuneta al lado de la carretera se encontraba un deportivo, al abrigo de la noche todo parecía casi un sueño, después de lo que le pareció una eternidad, Seokjin Se inclinó hacia el lado en el asiento, como si estuviera borracho y se quedó sentado, casi inmóvil por el shock, un poco aturdido pero para su sorpresa no herido, aunque sentía el amargor de la bilis en la garganta y todo le daba vueltas.
En ese momento se escuchó el chirrido de otro coche frenando y cómo su ocupante abría la puerta y corría hacia el.
¡SEOKJIN ! -lo llamó una voz angustiada, una voz familiar...
Y a la vez distinta de cómo la recordaba, porque sonaba rota, áspera y temblorosa como si estuviera... llorando??
-. ¡Contéstame, maldita sea!, ¿estás bien?
Sintió que unas manos grandes y fuertes le desabrochaban el cinturón de seguridad, para después recorrer su cuerpo con exquisito cuidado en busca de alguna herida o un hueso roto.
-¿Estás bien? -volvió a preguntarle la voz.
Al fin los ojos de Seokjin empezaron a enfocar de nuevo y vio que era Namjoon quien estaba a su lado
-. ¿Te duele en algun sitio? ¡Por amor de Dios, vida mía, contéstame, por favor mi amor!- gritaba como loco mientras lagrimas recorrian su rostro con desesperacion.
-Estoy... estoy bien -susurró mareado
-. La puerta...-No consigo abrirla -dijo Namjoon-.te sacaré amor, tranquilo...
Se agachó, introdujo los brazos por debajo de las axilas de Seokjin y tiró hacia arriba con cuidado, sacándolo del vehículo con una facilidad sorprendente, cuando tuvo los pies en el suelo, Seokjin notó que se tambaleaba ligeramente, él lo tomó en brazos con mucha delicadeza para salir de la cuenta.
El conductor del camión había parado a unos metros y se acercaba a ellos, pero Namjoon no pareció verlo siquiera.
Por la expresión de su rostro cualquiera habría dicho que lo tenía todo bajo control, pero le temblaban los brazos, las piernas y el corazon al dejarlo en el suelo, sin llegar a soltarlo.
Seokjin, que ya estaba un poco menos mareado, lo había notado temblar y, al alzar la vista y mirarlo a la cara, se quedó sin aliento.
Estaba palido, con una mirada de auténtico terror en los ojos negros y tras observarlo un instante que pareció eterno, lo abrazó como si no fuera a soltarlo nunca.
-Oh, Dios mío... -repetía una y otra vez.
Seokjin sabía que, mientras viviera, jamás podría olvidar el terror que vio reflejado en esos ojos.
Le echó los brazos al cuello y se fundio en sus brazos.
Aquella reacción lo tenía fascinado.
Nunca lo había visto tan agitado, era como si una pequeña grieta se hubiera abierto en su dura armadura.
-Estoy bien, Namjoon -le aseguró en un susuro.
Se apartó un poco para mirarlo a los ojos, atónito por la vulnerabilidad que reflejaban.
Le tocó la boca y sus dedos se deslizaron por las mejillas secando sus lagrimas
-. Amor mío, estoy bien, de verdad.
Tomó la cabeza de Namjoon entre sus manos y la atrajo hacia la suya y le plantó un beso en los labios, feliz de que no lo rechazara, aunque solo fuera porque no se lo esperaba.
Durante varios segundos, fue un beso dulce, inocente, pero pronto una llama pareció encenderse dentro de Seokjin y apretó la boca con más fuerza contra la de él.
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Hombres de Seúl NAMJOON Libro 2
FanfictionNamjoon solo puede pensar en el dolor y la vergüenza que le causo Seokjin, el desprecio su amor por ir detrás del dinero, ahora que Jin lo perdió todo y está a punto cobrar venganza, será feliz ???