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Capítulo 400: ¿No estás avergonzada?

- Tú... -

Ning Xi estaba siendo intencionalmente muy frustrante, especialmente con la forma en que entrelazó el sarcasmo en sus palabras y no dejó lugar para refutación.

Después de hablar con Liang Biqin y Zhao Meixin, Ning Xi se volvió hacia Su Yimo con una cara inocente.

- Mayor Su, sé que esta es tu prenda favorita... reuní bastante coraje para pedirte que me la des... en realidad ¡me arrepiento de lo que acabo de decir! No debería quitarle las cosas que a alguien le encanta, así que sabes qué... ¡Te devolveré el atuendo que estás usando! ¡Ya no lo quiero! –

- ¡Ning Xi! Tú... -

Desde que Su Yimo saltó a la fama, nadie se atrevería a tratarla de esta manera. Ella se enfureció, ¿Qué quiso decir con devolvérselo? ¡Esta bruja lo hizo sonar como si se lo estuviera donando!

- ¡Prima! ¡¿Prima, estás bien?! –

Liang Biqin gritó.

- Ning Xi, dices que no eres un idiota, ¡pero le estás pidiendo a mi prima que se desnude frente a tanta gente! ¿Estás buscando más problemas? –

Liang Biqin comenzó a decir lo que pensaba con enojo.

Ning Xi puso una cara de terror.

- ¿Cómo podría? Por supuesto, el Mayor Su se cambiará en un baño o en algún lugar privado. ¡Esperaré aquí! ¡Esperaré, lo que sea necesario! -

Zhao Meixin consoló a Su Yimo y miró la prenda gris en sus manos.

- ¡Lo que nos diste es un camisón! ¿Le estás pidiendo a Yimo que se ponga esto ahora mismo? -

Ning Xi respondió rápidamente.

- ¡Imposible! ¡Hermana Meixin, realmente me estás entendiendo mal! Entonces... entonces... si no hay ropa de repuesto en este momento, yo... ¡puedo esperar unos días! -

Ella estaba insinuando que Zhao Meixin y los demás no podían soltar la ropa de Su Yimo, que era precisamente la razón por la que estaban discutiendo con Ning Xi en primer lugar.

Su Yimo se calmó, y con sus labios pálidos y su voz fuerte declaró.

- ¡Devuélvela! ¡Esta prenda, devuélvela! -

Zhao Meixin parecía preocupada.

- Pero... Yimo, si se lo devolvemos. –

Entonces no habría evidencia de que ella usara mal la propiedad de la empresa.

Antes incluso de terminar su oración, Su Yimo la fulminó con la mirada.

- ¿No escuchaste lo que dije? -

¿No fue ella lo suficientemente humillada hoy? ¡Ya había tenido suficiente de esto! Zhao Meixin no se atrevió a desafiarla, por lo que rápidamente se acercó a Ning Xi y le devolvió el camisón de  GE. 

- ¡Bien, bien! ¡Te lo estamos devolviendo! Es solo una prenda de vestir. ¿Qué tan ansioso puedes ponerte? ¡Como si nunca hubieras visto nada mejor! –

En un intento por recuperar su reputación, Liang Biqin dijo.

- ¡Te dije que es de un pueblo! ¡Tan desesperada por un vestido mal hecho, que casi se lo quito a mi prima! -

Luego miró a los espectadores, como si les ordenara sin palabras que criticaran a Ning Xi junto con ella.

Los espectadores ya estaban estupefactos cuando Ning Xi detuvo a Su Yimo, por lo que estuvieron callados todo el tiempo. Solo después de que Liang Biqin los miró, comenzaron a hablar.

- ¡Bien! ¡Mira lo desesperada que está! –

- La hermana Yimo es demasiado generosa, una prenda de vestir tan cara, y simplemente los dejó libres. –

- La hermana Yimo les estaba enseñando las reglas sin preocuparse realmente por esa prenda, ¡pero mira lo desesperada que está! –

Su Yimo respiró hondo, volviendo a su personalidad glamorosa, y con su guardaespaldas Liang Biqin y Zhao Meixin, se fueron sin mirar atrás.