Mis ojos en Laura

Parte 5

—Soñé contigo —dije en lugar del saludo común que en ocasiones le brindo. Se lo dije porque Laura llevaba un paquete de Haribo y un Kinder Bueno y me lancé porque esa necesidad de dulces podría significar que estaba ovulando. Según mis cálculos, le tocaba por esa fecha, pero este mes no había ido a comprar sus compresas nocturnas super absorbentes con alas, así que me faltaba la certeza.

—¿Qué soñaste? —preguntó sonriendo mientras se acomodaba el pelo detrás de la oreja. Yo morí con el gesto. A ver, los adultos sabemos que un "soñé contigo" es coqueteo, pero mi cara de ángel intentó decorarlo.

—Es bueno para los dos, no te cuento hasta que se cumpla —respondí con una sonrisa que llevaba más malicia de la que pretendía.

—¿Qué? ¿Nos ganamos el Gordo? —dijo señalando el billete de lotería que tengo en mi caja. Los dos reímos porque conocemos la historia de ese billete.

—Es mucho mejor —acoté, con la imagen de su espalda desnuda en mi cabeza y mis labios besando su cuello mientras ella, con la piel de gallina, gemía.

—¡Qué suspenso, no? ¡Pues espero!

—Son dos veinticinco —señalé.

—Hasta luego, Charly —se despidió después de pagarme. Ella se fue y mientras yo atendía al próximo cliente de la fila me sentí orgulloso de cómo le había hablado a Laura por primera vez. La manera en la que me miró no salía de mi cabeza mientras yo pasaba por caja una bolsa de 3 kg de papas, cebollas y huevos.

"Paquita va a hacer tortilla de patatas", me dije en un pensamiento intrusivo que me aleja por un segundo de Laura. Sonrío por esta malformación del oficio y recuerdo que quien de verdad me aleja de ella, es Raúl.