Corazón Real ~BossNoeul~

capitulo XVI: Expectativas y cambios

Habían pasado dos meses desde que Boss y Noeul decidieron trabajar juntos para fortalecer su relación y prepararse para la llegada de su hijo. Durante ese tiempo, la vida en el palacio había cambiado notablemente. La barrera emocional que había existido entre ellos comenzó a disolverse, y se veían más unidos y comprometidos que nunca.

Noeul se encontraba en el jardín, su lugar de consuelo y alegría. Sin embargo, su figura había cambiado visiblemente. Su abdomen estaba más redondeado debido al embarazo, y aunque esto le causaba cierta incomodidad física, también sentía una profunda emoción y expectativa por la nueva vida que crecía dentro de él.

Mientras cuidaba sus flores, Noeul sintió que alguien se acercaba. Levantó la vista y vio a Boss caminando hacia él, con una sonrisa cálida en el rostro.

—Buenos días, mi amor —saludó Boss, inclinándose para besar a Noeul en la mejilla.

—Buenos días, Boss —respondió Noeul, sonriendo.

Boss se arrodilló junto a Noeul y comenzó a ayudarlo con las flores. Pasaron un rato en silencio, disfrutando de la compañía del otro y del tranquilo entorno del jardín.

—Te ves radiante —dijo Boss, observando a Noeul con amor y admiración—. ¿Cómo te sientes hoy?

—Estoy bien. Solo un poco cansado, pero nada que no pueda manejar —respondió Noeul, acariciando suavemente su vientre.

—Quiero que te cuides, Noeul. Si necesitas descansar, no dudes en hacerlo —dijo Boss con preocupación.

—Lo sé, Boss. Gracias por preocuparte tanto por mí —Noeul tomó la mano de Boss y la colocó sobre su abdomen, donde se podía sentir un leve movimiento—. Nuestro hijo está creciendo rápido.

Boss sintió una oleada de emoción y ternura al sentir el movimiento bajo su mano.

—No puedo esperar para conocerlo —dijo Boss, con los ojos brillantes de emoción.

Después de pasar la mañana juntos en el jardín, decidieron regresar al palacio para almorzar. A medida que caminaban de regreso, se encontraron con los padres de Noeul, quienes se detuvieron a saludarlos.

—¡Noeul, te ves maravilloso! —exclamó su madre, abrazando a su hijo con cuidado.

—Gracias, madre. Todo está yendo bien hasta ahora —respondió Noeul con una sonrisa.

—Estamos muy felices por ustedes dos. Si necesitan algo, no duden en decirnos —dijo su padre, dándole una palmada en el hombro a Boss.

—Gracias, señor. Apreciamos mucho su apoyo —respondió Boss, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.

Después de un almuerzo tranquilo, Noeul decidió descansar un poco en su habitación. Boss, por su parte, se ocupó de algunos asuntos del palacio, pero su mente siempre estaba con Noeul y su futuro hijo.

Por la tarde, Boss regresó a la habitación y encontró a Noeul descansando en la cama, con una expresión pacífica en su rostro. Se acercó y se sentó junto a él, acariciando suavemente su cabello.

—¿Descansaste bien? —preguntó Boss en voz baja.

—Sí, gracias —respondió Noeul, abriendo los ojos y sonriendo—. Estoy pensando en cómo será nuestra vida cuando llegue el bebé. Hay tantas cosas por planear y preparar.

—Lo sé, pero estaremos listos. Juntos podemos enfrentar cualquier desafío —dijo Boss con convicción.

Noeul asintió, sintiendo una profunda gratitud y amor por Boss. Sabía que, a pesar de los momentos difíciles que habían pasado, su amor y compromiso mutuo los llevarían a superar cualquier obstáculo.