03.

1.6K 245 27
                                    

Una vez que Aeron llevó los ingredientes a los sirvientes, él les explicó el proceso de secado de la flor para poder sacar mayor provecho al producto.

La mayoría escucho atentamente, otros lo asaltaron con preguntas, fue una linda plática.

Aeron pronto vió como algunos niños, presumiblemente los hijos de los sirvientes, también lo miraban con atención. Embelesados mientras promulgaba sus enseñanzas.

Y entonces Aeron se pregunto, había estudiado la docencia, pero nunca pudo ponerlo en práctica. ¿Que tan difícil sería el aprendizaje en niños medievales?

Tendría que armar un plan de estudio, hablar con los padres de los niños y con los mismos niños, ni hablar de conseguir material para clases.

Una vez que Aeron llegó a su casa, se sumergió de llenó en su nuevo objetivo.

Primero debería comenzar con pasitos pequeños, que los niños se familiaricen con las letras y el escribir.

La alfabetización sería lo primordial.

Aeron escribió en su cuaderno sin parar durante dos días, al tercer día, su madre lo habia echado para que recoja flores y toque el pasto.

–Sal a respirar aire fresco, y tráeme Malva, hoy haré un postre.– La mujer regordeta le sacudió el cabello, luego lo insto a seguir.

Aeron camino por todo el pueblo de los Bracken, si bien la mayoría eran de la familia Bracken, habían varias familias civiles, algunos comerciantes, otros trabajadores.

Había diversidad, noto Aeron.

Si podía hacer que todos los niños de estas familia sean escolarizados, ¿Que tanto avanzaría esta pequeña sociedad? Aeron estaba ansioso por saber.

Cuándo se adentro al campo, Aeron tenía su tipica capa puesta, no quería pasar frío y enfermarse, Dios sabe lo que sufriría enfermo en un mundo tan medieval como este.

El chico iba tarareando, buscando esa flor de malva para su madre.

Y otra vez se encontró en los limites del territorio. Maldijo en su mente.

Sabe que debería tener cuidado, pero no puede resistirse, las mejores flores estan aquí.

Pronto vió la flor violeta, estaba al otro lado, en el muy marcado territorio Blackwood.

Se mordió el labio, ¿Unas pocas flores no harían daño, verdad?

Con mucho cuidado, fue arrancando las flores, algunas desde su tallo, otras solo el fruto.

Pasos silenciosos se acercaron a espaldas de él, una mano toco su hombro, haciendo que se sobresalte y de un pequeño grito.

Aeron se giró, para enfrentarse a la vista de un niño pequeño, con ojos como búho mirándolo, buscando debilidad.

–Los Bracken roban muchas cosas de nuestra tierra, pero jamás vi que roben flores.– El niño comenzo a hablar, curioso del motivo. –¿Por qué?-

Aeron entonces miró bien al niño, tenía la carita sucia, llena de barro y hojas.

Con cuidado, sin parecer que sacaba un arma, retiró un pañuelo con el bordado Bracken.

–¿Puedo?– Pregunto con voz suave, sin querer asustar al niño.

El niño lo miró dudoso, pero asintió, acercándose a Aeron.

Aeron comenzo a limpiar el barro en las mejillas del niño. –Me gusta recolectar flores, pero esta vez mi madre quería algo específico.–

Aeron puso un poco de saliva en su pulgar, para aplanar las cejas del niño.

–Las únicas flores de malva qué encontré estaban aquí, lo siento, se que no debía.– Aeron entonces se apartó del niño, quien tenía una mirada contemplativa.

–Esta bien, no eres cómo los otros, eres bonito.– El niño agarro una flor, dándosela a Aeron. –Soy Benjicot Blackwood.-

–Me llamo Aeron, ¡Y gracias!- Aeron le sonrió a Benjicot, quién solo lo miro con ojos grandes.

–Creó que deberías volver, se hace tarde, y un niño tan amable como tu debería estar en la cama pronto.– Benjicot suspiró, pero asintió, corriendo en dirección a el asentamiento Blackwood.

Cuándo giro su cabeza, el Bracken lo saludaba con la mano y sonreía con ojos cerrados. Que lindo.

::


La casa Blackwood disfrutaba de una velada tranquila, Lord Samwell hablaba con su sobrino sobre su entrenamiento, Alysanne estaba leyendo una de sus novelas, mientras que el pequeño Benjicot comía su comida con un ceño fruncido.

–¿Qué pasa, hijo mio?– Samwell le preguntó con curiosidad.

–Hoy me he encontrado con una ninfa del bosque.– Dijo con seriedad Benjicot en la mesa. – recogía flores, me limpió la cara y era muy bonito. Será mi esposa.–

Davos se atragantó con el vino que estaba tomando. Alysanne soltó una fuerte risa y Lord Samwell solo parpadeo repetidas veces.











__________________________________

Aquí les dejo otro capítulo, espero y lo disfruten 🤣❤️

Nos leemos🤗💖

Narcisos | Davos Blackwood/Aeron Bracken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora