[11: chantajes y bombones.]

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Ohh que referencia de capítulo esta imagen.

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🌻🦈





—Ahh... Feer... despacio... —Pedri rogó tartamudeando, el alfa pareció no escucharle. La mano que sujetaba su cabello se hundió aún más en ellos para empujarlo contra la almohada, sus dedos arrugan las sábanas del alfa. Mientras de forma implacable, Ferran hundía su polla en su interior de manera repetida y rápida. 
La baba resbaló de su boca. Sus fuerzas se iban limitando a nada cada vez que Ferran se hundía tan profundamente en él que pensó hasta que podría perforarlo. Han sido tantas rondas desde que lo tomó en la cocina, ha perdido la cuenta de cuantas veces se lo ha follado en el día. Incluso ha perdido la noción del tiempo. 

Ferran apretó la cintura de Pedri, y lo meció contra su polla cada vez que él avanzaba. Sus pieles sudadas al chocar provocan un sonido húmedo, el chapoteo del lubricante del omega con la cantidad excesiva de semen que acumulaba en su interior ayudaban a ello. 

Las nalgas de Pedri estaban rojas, las marcas de sus manos y sus dientes se paseaban por toda la extensión de la espalda y cuerpo en general. 

Las paredes internas se contraen a su alrededor, asfixiando su polla con deseo. Ferran gruñó, nuevamente. 
Dejó la cabeza de Pedri y sujetó con ambas manos la cadera del más joven, persiguiendo su orgasmo con desesperación. Los gritos inconscientes de Pedri lo motivaban a seguir, continuar follándolo hasta asegurarse de que el omega guarde en su vientre a sus próximos cachorros. Lo cual tenía como objetivo. 

El clímax lo golpeó nuevamente, el lloriqueo de Pedri acompañó la formación de un nuevo nudo. Pasó sus brazos por debajo del debilitado cuerpo y repartió besos por toda la nuca del omega. 
Pedri recostó su cabeza en el pecho del mayor buscando regular su respiración. El estiramiento en su interior y la calidez del semen llenándolo lo tenía mareado, su omega estaba más que contento pero él estaba cansado. Su cuerpo no daba para más y estaba seguro de que en cualquier segundo caería rendido. 

Ferran pareció notar su estado, cuando bajo el nudo lo llevó a la ducha. Ambos se bañaron entre cortos besos y palabras dulces por parte del alfa, halagos cortos que lo hacían reír mientras limpiaba su cuerpo, cosa que disfrutaba bastante aunque iba cediendo de a poco al sueño. 

Logró escuchar algo de darle permiso de usar su cuerpo, no lo entendió solo dijo que si. Era el primer día del celo de Ferran y el apenas llegó al anochecer, lo que le esperaba en los siguientes días era una tortura placentera. El alfa lo sacó del baño, dejándolo acostado en el sofá individual que tenía en su habitación, cambió a una velocidad increíble las sábanas y después lo llevó a la cama. Pedri sintió la calidez de la misma y después los brazos del alfa en su cintura, durmió enseguida. 







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Ferran se movió incómodo en la cama, la ola de calor había llegado nuevamente. Con Pedri acostado en la cama, durmiendo a su lado. Dudaba que iba a conseguir bajar la erección con sus manos, se lo había dicho. El dijo que sí, pero aún así se sentía un poco inseguro de hacerlo. 
Pero su polla en sus manos dolía tanto y Pedri se veía jodidamente sexy con esa camiseta suya. Levantó con cuidado la prenda y acarició los ya muy marcados muslos del menor, suspiro encantado ante el aroma a tranquilidad que desprendía. 

Tres Tiburoncitos para Enamorarte [Fedri] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora