Capítulo 35

171 18 6
                                    

– Bonnie...– Las lágrimas no dejaban de caer por el rostro de Ciize.

– Hermanita...– La pequeña no se podía creer que frente a ella estaba su hermana mayor.– HERMANITA.– Bonnie había saltado directo a los brazos de Ciize.

No sólo Ciize y Bonnie lloraban, la tía Dograk que estaba cerca de la puerta limpiaba las lágrimas que iban rodando por su rostro.
Milk por su lado estaba tratando de evitar que sus ojos dejen escapar sus lágrimas.

Habían sido más de siete largos meses en los cuáles ambas hermanas se habían separado.
Más de siete meses desde que Ciize, en contra de su voluntad dejó a su hermanita llorando por ella y pidiendo a su padre que no la deje ir.
Más de siete meses en los cuáles pedía que su hermana no le guardara rencor por haber tomado la desición de irse.

– Eres tú pequeña.– Ciize tomaba entre sus manos el pequeño rostro de su hermana menor.–

– Hermanita eres tú.– La pequeña había dejado de llorar y ahora sonreía.– ¿Dónde estabas? ¿Estás bien? ¿Sonríes todos los días?.– Ciize no dejaba de llorar.

¿Cómo era posible que su hermana estaba sola, sin sus padres y su hermana pero, aún así seguía preocupada por ella? 

– Si pequeña, sonrío a diario.– Ciize abrazó nuevamente a su hermana.

– Hermanita.– Ahora Bonnie tomaba en sus pequeñas manos el rostro de su hermana mayor.– Ya no llores que tus ojos se están hinchando y tus labios también, te vas poner feeeeeea.– Dió besos en cada mejilla de Ciize.–

Aquel comentario hizo que Milk y Dograk soltaran risas.

– Así es, deja de llorar o tus labios se te van a poner como los del paciente intoxicado de antier. – Milk le recordó a su novia el rostro de aquél hombre.

– Vosbein.– Ciize trataba de reprender a Milk entre lágrimas.

– Vamos chicas, ingresemos.– La tía Dograk invitaba a la vez que cerraba la puerta de la entrada.

Milk y Ciize caminaron a través del corto pasillo que conectaba con la sala. La casa no tenía rastros de que otro niño aparte de Bonnie estuviera viviendo ahí.

La tía de Ciize no vivía con nadie más en casa, era soltera. Dograk, era de las mujeres que prefería morir sola antes de estar con un hombre que posiblemente sea como su hermano. Ella, vivía con ese miedo. A su hermano le importaban tanto las apariencias que ella había logrado enterarse lo que había pasado con su sobrina el mismo día que llegaron a dejar a Bonnie con ella.

– Aquí, sobrina. Bebe un poco, te ayudará.– La tía Dograk había traído un vaso de agua para Ciize.

Ciize estaba sentada y a su lado estaba su pequeña hermana. Milk estaba sentada en el mueble de uno y la tía Dograk estaba al otro extremo. Ciize terminaba de beber el vaso de agua.

– ¿Mucho mejor?.– Ciize asintió en respuesta mientras que con un pañuelo secaba los últimos rastros de lágrimas.

Los ojos de la pequeña Bonnie brillaban de admiración al ver a su hermana. Milk estaba enternecida al ver esa escena.

– Oh sí, tía Dograk.– Ciize había caído en cuenta que no había presentado a Milk.– Permíteme presentarte a Vosbein.–

– ¿Vosbein?.– La pequeña Bonnie miraba confundida.
Vió como su hermana se había dirigido hacia la pelinegra.– Ella es la señorita Milk.

– Sí, lo sé peque pero, su apellido es Vosbein.–

– ¿Vosbein?.– La tía Dograk repitió el apellido de Milk como si ya lo hubiera escuchado. Eso asustó un poco a la pelinegra ya que de seguro el papá de Ciize le había comentado algo al respecto de su relación. Una relación entre dos mujeres no era bien vista por todos.

NOSOTRAS [MilkCiize]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora