Capítulo 43

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Ahora, en ese preciso momento solo existían ellas dos. La fiesta, las personas e incluída Bonnie, habían desaparecido. Milk y Ciize estaban mirándose fijamente.

Los recuerdos de su último encuentro invadieron su mente. Milk ya tenía práctica en ello así que tal y como aprendió, logro auyentarlos.

– Concéntrate aquí, en el presente.– Se dijo mentalmente.

Ciize estaba parada frente a ella.

Ciize estaba aún más hermosa de lo que recordaba. Aquel vestido que llevaba puesto se ceñía perfectamente a su figura.– Dios que majestuosa mujer.– Pensó.
Sus ojos profundamente marrones seguían causando lo mismo cada que los miraba fijamente.
Sus mejillas seguían provocando en ella aquellas ganas de ir y apretarlas.
Sus labios a la vista seguían siendo tan besables y ahora gracias al labial que llevaba mucho más.

Después de tantas veces que se la había pasado preguntándose cuál sería su reacción si la volvía a ver, ahora la tenía frente a ella.
¿No hablarás?
¿Te quedarás solo viéndola?
Habla Vosbein
¡Habla!

– Rutricha.– Dijo Milk por fin rompiendo aquel silencio. Con esfuerzo su voz no delataba lo nerviosa que estaba.

– Vosbein.– Ciize dijo con el mismo tono que la pelinegra. Ambas estaban en el mismo estado de sorpresa.

– Ha pasado mucho tiempo.– Habló con un suspiro de por medio.

– 5 años aproximadamente.– ¿Ciize había llevado la cuenta?

– Acaso… ¿Llevaste la cuenta?.– Milk estaba parada frente a Ciize con ambos brazos cruzados a la altura de su pecho y con una ceja sugestivamente levantada.

– No, claro que no. Es sólo que por nuestras edades.– Ciize ahora se acercaba.– Me fui cuando tenía 19 y ahora tengo 24.

En cada paso que Ciize daba, Milk sentía su corazón bombear sangre con fuerza. Con sus dedos hacía presión en uno de sus brazos.

Mierda…
Tranquila Vosbein
Tranquila
Puedes manejarlo

– Si, cómo olvidar el día que te fuiste.– Milk estaba siendo un poco cortante.– Fue un momento muy… ¿Impactante?.

– Yo…

– ¿Vas a disculparte?.– La pelinegra bufó.– No es necesario.

– Ustedes dos…– Ambas habían olvidado por completo la presencia de Bonnie.

– Oh sí, Bonnie. Mamá te estaba buscando, dijo que vayas a la cocina ahora mismo.–

– Está bien.– Bonnie se veía un poco decepcionada, ella quería sus respuestas.– P'Milk, si no es de mala educación para tí.– Milk vió como Bonnie buscaba algo en su bolso. La pequeña había cambiado su bolsito de peluche por ahora el de una niña grande.– ¿Podrías darme tu número por favor?.–

– Bonnie.– Ciize trataba de llamar la atención a su hermana.

Bonnie tenía aquella misma mirada que Milk recordaba. La misma mirada que ponía cuando deseaba algo y ella no podía decirle que no.– No Rutricha, está bien... Claro pequeña.– Dijo tomando el celular. Y escribió su número.– Aquí tienes.

– Mucha gracias P'Milk.– La niña ahora con una sonrisa de satisfacción se retiró.

Milk aún estaba parada y viendo como la pequeña se perdía entre la gran cantidad de personas que estaban en la pista de baile.

– Bonnie creció bastante.– Ahora giraba su rostro hacia donde estaba Ciize.

– Es parte de la naturaleza, el creciemiento físico es algo inevitable.– Ciize tenía ambos brazos detrás de su cuerpo.

NOSOTRAS [MilkCiize]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora