Preparándose para el nacimiento
Ocho meses. El miedo pre-parto es cada vez más grande, sin embargo, Izana se ha vuelto consciente de muchas cosas gracias a su cuñado, Wakasa.
El omega mayor, con mucho gusto, le ha ayudado a aclarar varias de sus dudas, más al tener dos padres y le ha incluso apoyado a que puedan hablar y ellos le den ciertos consejos y apoyo. Todo le ha sido de mucha ayuda para calmar aquella incertidumbre.
Sabe que deberá respirar, las contracciones doleran a horrores, que la cesaría será inevitable y que con suerte, no deberá tardar tanto para tener a sus dos pequeños en manos.
Y Kakucho, que ha sido de lo más lindo posible; al pendiente de él, cuidando cada uno de sus movimientos y pasos, dándole seguridad, confort y bastante apoyo tanto físico como emocional. Sin duda, una de las mejores cosas y algo que recordar toda su vida.
Las mañanas son rutinarias, aún vive con sus padres, el abuelo y sus hermanos. Acordó con su alfa que apenas nazcan los cachorros y cumplan al menos seis meses se mudaran juntos, en lo que adquiere experiencias de padre primerizo. Así luego será más fácil acomodar una rutina y siempre están abiertas las visitas para que pueda visitar a sus pequeños, y pasarán tardes y fines de semana en la casa ajena.
Las tardes las pasa tomando sus clases, de vez en cuando Kakucho le ayuda con notas de la escuela y le explica algunas cosas. Así le es más fácil y todo va en buen camino.
Y la noches, Izana aprecia la hora de dormir cuando su columna por fin puede acomodarse en el maullido colchón de su habitación y descansar con su enorme vientre a un lado, a veces el alfa duerme en su casa o a veces estan en su departamento, aunque evitan lo último para mantener al omega cómodo y bajo cuidado.
♡ ♡ ♡
Kakucho camina lentamente, lleva entre las manos un presente para Izana, acordaron que cuando el omega terminara sus clases se verían un rato.
Con suma paciencia, y gracias ala paciencia de la vendedora qué no le había echado de la floristería aun después de haber pasado ahí unas dos horas sin saber siquiera que flores buscaba, el significado que quería dar a entender y sin ideas par el listón o la nota, y más aún después de una larga lucha de pensamiento Kakucho había escogido, lo que el considero, el ramo de flores más bonito. Un bonito arreglo de azaelas, tulipanes y rosas de un tono rosa claro, con un listón blanco y una sencilla nota que decía "Eres lo más bonito del universo".
Toco la porta un par de veces, esperando pacientemente.
Shinichiro fue quien le abrió la puerta varios minutos más tarde, mirándolo de arriba hacia abajo un par de veces hasta que soltando un suspiro, le dejo pasar. El hijo mayor de la familia aun estaba bastante decepcionado, ta no enfadado, solo algo herido por los acontecimientos. Aunque Kakucho agradecía que ya no quisiera asesinarle, aunque solo fuera para no dejar al hijo de su hermano sin padre.
—Ahora esta en la habitación de invitados— le dijo Shinichiro tras cerrar la puerta —Ayer casi se cae subiendo las escaleras y Manjiro casi sufre un infarto, igual que todos, así que cambiamos su habitación— notificó
Asintió a lo dicho.
—Estare arriba, nuestros padres y el abuelo no están, pero los estaré vigilando— murmuró, mientras le hacia una seña con la mano de que estaría al pendiente
"Ya esta en cinta" el pensamiento cruzó como un flash en su cabeza, sin embargo, solo sonrió asintiendo una vez más y camino.
Ya conocía la habitación, había dormido ahí un par de veces cuando hacía pijamadas con Izana. Entro ala habitación, encontrando al omega durmiendo con la cabeza sobre el escritorio y en sus libros. Negó y dejó el ramo en la mesa, junto a la caja de regalo que también cargaba, cortesía de sus amigos.
Le movió suavemente para poder tomarlo en brazos, y con el mayor cuidado lo recostó en la cama al centro de la habitación pegada a la pared.
Pasados unos veinte minutos, Izana despertó, con Kakucho abrazándolo por la espalda. El omega se giro, con mucho esfuerzo dado el tamaño de su panza, y miro al alfa, estaba despierto y ahora le miraba con una sonrisa.
—Hola— saludo, sintiendose tranquilo de tener a su compañero con él —¿Hace mucho que estas aquí?— pregunto con duda y pesar
—No te quise despertar, y no, ni una hora— le informo, dándole un beso en la mejilla
Izana asintió sonriendo, abrazo a Kakucho y luego le dio un beso en los labios. Compartieron un par de piquitos un buen rato, hasta que se volvieron pequeños besos dulces un poco más largos.
—¡Asi los quería ver!—fue el grito de Manjiro desde la poeta, que había abierto de sorpresa
Izana miró a su hermano con confusión, estaba sentado sobre el abdomen de Kakucho, tomando su rostro con sus manos. Y bueno, Kakucho quiso ser tragándo por la tierra.
—Shin, ¡iban a procrear más!— grito nuevamente el alfa e la puerta
Izana rodó los ojos, mientras le sacaba el dedo del medio.
—Vete a la mierda, no todos solo pensamos en sexo, a diferencia de ti, horno descompuesto— le reclamo
Y la tarde se les fue entre gritos y peleas de hermanos.
Sorry por no actualizar,
en mi defensa tenía el cap
a la mitad y no encontraba
como terminarlo. No está
super bien, pero es trabajo honesto.Gtacias por leer!
Estamos en la recta final,
muchas gracias por llegar
hasta aquí!
ESTÁS LEYENDO
Embarazo ¦ KakuIza
Fanfiction¦ Omegaverse Au ¦ El amor viene en diferentes colores, formas y presentaciones; el amor se expresa de diferentes maneras. Izana y Kakucho se amaban en gris, de forma cuadrada y en un lienzo en blanco. Tan único, tan diferentes y tan extraño. ©lu_der...