bigote y lentes

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𐙚 Capítulo número cuatro.

La verdad estaba acostumbrandome al cabello corto, para el colegio usaba unos lasitos para no tenerlo amarrado por miedo a que me descubran. Se que el maquillaje no cambia tanto mi cara como para hacerme irreconocible.

Estaba en casa escuchando a mi papá pelear con mi madrastra. No tenía intenciones de escuchar la maldita pelea entonces simplemente me fuí gritando que llegaría a las 6.

No se dónde iré ya que tampoco tengo alguna amiga cercana como para pedirle una salida improvisada ahora mismo.

Simplemente dejé que mis pies me guíen y llegué a una plaza un poco lejos de casa. Vi a dos niñas pequeñas jugar en los columpios cuando una de pronto se soltó y calló de cara empezando a llorar.

—¿Niña estas bien?. Mis piernas actuaron por impulso y terminaron en el suelo ayudando a la pequeña. —Qui-quui quiero a mi hermano!. Solto un fuerte grito mientras que la otra pequeña se acercaba para hacerle cariño en sus heridas.

—Luna sabes que esta comprando ya se una niña grande y no llores. La niña más grande la abrazaba y hacía cariño en su pelo.

—Sabes, yo una vez de pequeño me caí de cara en las escaleras y me dolió mucho... Pero aquí estoy. Le di una sonrisa intentando que su llanti pare un poco.  —Lunaa acuérdate que yo el día de antes de hoy me caí también!.

Empezé a conversar con las pequeñas de todas las veces que me caía por culpa de que no se abrochar zapatos entonces mis cordones siempre estan sueltos.

—¡Manitioooo!. La mas pequeña empezó a correr hacía un lado y fué tomada por ¡MITSUYA!.

Me escondí detras de el tobogán esperando a que un milagro pasara.  —¿Estaban solas? ¿Les paso algo malo?.

Mitsuya interrogaba a sus hermanas mientras yo  intenté no emitir ningún ruido. —¡No! Una niña estaba con nosotras. —Que bueno...¿ Y donde esta?.

Que te importa cara bola. —No she emanito.
—Ya vamos a casa, mamá ya hizo la comida.

Salí de mi escondite pensándote que se habían ido pero la mayor de todas me vió. —¡ELLA FUE MANITOO ELLA!.

¿QUE WEA HAGO AHORA?.

Quede tiesa al escuchar a la niña y que esta corriera a abrazarme, viendo el suelo pensando en que hacer. —Muchas gracias por cuidar a mis hermanas, soy Mitsuya vivo por aquí cerca. Extendió su mano y la resivi dándome cuenta que estaba sonriendo. —No pasa nada... Soy Yōko. Mire a otro lado escondiendo mi cara.

—Nos vemos entonces Yōko. Se empezó a ir junto a sus hermanas.

¿Porque esa pandilla tiene tanta gente? Recórcholis.

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Miraba a todos lados antes de salir de casa, la última vez que vi a Mitsuya fué en una reunión de Touman y se me quedo mirando... Demasiado para mi gusto.

Tenía un gorro rosita y unas gafas de sol puestas para que nadie me reconozca, si le sirve a Superman porque a mi no.

Me dirigí hacía la tienda para arrendar Shrek 2 y pasar una linda tarde mientras estaba sola en casa.

O ese era mi plan principal, en la tienda estaban los capitanes de la primera división, Baji Keisuke y sus vice-capitanes Chifuyu Matsuno y Kazutora Hanemiya.

Antes que pudieran verme me puse de espaldas para poder pasar desapercibida.

—Izume es bastante raro. ESTAN HABLANDO DE  MI?????. —Supongo que aún no agarra confianza. El pelinegro habló con seriedad.

—Mira Chifuyu tu novia. Apunto Kazutora hacía una adolescente de pelo cortó y bastante gorda. —Que asco Tora... El pelinegro reía a sus comentarios ignorando y siguió buscando algo entré las cd.

La chica simplemente pagó y se fue, pero aunque lo intentara ocultar se notaban sus ojos cristalizados. Intenté no hacerme notar hasta que escuché sus fuertes risas atrás de mi. —PERO ESQUE MÁS ENCIMA COMO IBA VESTIDA!! JAJAAJAJA!. La voz de el capitán de la primera división se hizo notar en toda la tienda y las risas de sus dos amigos lo acompañaban.

Mi sangre ardía de rabia, con que derecho hablaban de esa forma de la chica. —Oigan imbécil, cierren la boca.

Mis palabras salieron de modo automático y sus ojos se fijaron en mí. —¿Ah? Tu quien eres flacuchenta. Kazutora se hacerco a mi con una mirada tétrica. —¿Que acaso no ves imbécil?.

—Tora, ya vamos.

La mano de Chifuyu estaba en su hombro y miraba a este serio.

Simplemente se dió la vuelta abandonando la tienda y mi mente simplemente pensaba en lo mierda que llegaban a ser hoy en día las personas.

𐙚

mi pequeña mentiraᝰ.ᐟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora