X. HERMOSA

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Tal y como João me lo había pedido, fui hacia el parking a esperarle mientras iba al vestuario a ducharse y cambiarse de ropa. El estadio seguía vibrando con la emoción del reciente partido ganado, y mientras esperaba, no podía evitar revivir los momentos más emocionantes del juego en mi mente. João había estado increíble, y el orgullo que sentía por él era indescriptible.

De repente, un grupo de chicos apareció, caminando hacia mí. Reconocí a algunos de ellos por haberlos visto en la televisión y en los partidos del Barça. Pedri lideraba el grupo, seguido por Ferran Torres, Gavi y Fermín.

"¡Hombre!" dijo Pedri, sonriendo ampliamente. "Tú debes ser Alexandra, ¿verdad? João nos ha hablado mucho de ti."

Me sonrojé un poco y asentí, sonriendo tímidamente.

"Sí, soy yo. Encantada."

"Igualmente" respondió Ferran, dándome un apretón de manos. "João nos ha dicho que has venido a verle jugar hoy. Es genial tener a alguien así de apoyo."

"Gracias" dije, sintiéndome un poco más cómoda. "Él jugó increíblemente bien, estoy muy orgullosa de él."

Gavi, que tenía una expresión seria y un poco borde, me miró con curiosidad pero no dijo nada. A pesar de su aparente dureza, había algo en sus ojos que me hacía pensar que no era tan intimidante como parecía.

"Y este es Gavi" dijo Pedri, dándole un ligero empujón con el codo. "No te dejes engañar por la cara de culo que lleva, es un buen tipo."

Gavi soltó un resoplido, pero una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

"Encantado" dijo finalmente, con una voz baja y profunda.

"Y yo soy Fermín" dijo el último del grupo, saludándome con una sonrisa.

Reí suavemente, sintiéndome más a gusto con cada momento que pasaba. Justo entonces, vi a João salir del vestuario, luciendo fresco y relajado después de su ducha. Su rostro se iluminó al verme y se acercó rápidamente.

"Veo que ya os habéis conocido" dijo, dándome un beso rápido en la mejilla. "Chicos, esta es Alex."

"Sí, ya nos hemos presentado" dijo Ferran, guiñando un ojo a João. "Parece que has encontrado a alguien especial eh amigo."

João sonrió, claramente feliz, y me pasó un brazo por los hombros.

"Bueno, tenemos que irnos. Pero nos vemos mañana en el entreno" dijo, despidiéndose de sus compañeros.

Nos dirigimos hacia su coche y, mientras conducíamos, me sentía increíblemente feliz y emocionada por todo lo que había pasado. João había jugado increíblemente bien y había hecho todo lo posible para hacerme sentir bienvenida en su mundo.

"Gracias por esperar" dijo João, sonriendo mientras conducía. "Espero que los chicos no te hayan asustado."

"Para nada" respondí, riendo. "Fueron muy majos. Aunque Gavi parece un poco borde al principio."

João rió también.

"Sí, Gavi puede parecer duro, pero es un buen tipo una vez que lo conoces."

Mientras conducía João me puso la mano encima del muslo que llevaba descubierto a causa de los pantalones cortos que tenía puestos. Ante esa acción el corazón me dio un brinco y no tardó en aparecer un cosquilleo en mi entrepierna a medida que iba acariciándome el muslo con el pulgar y poco a poco su mano ascendía más.

En lo que quedaba de trayecto había una tensión palpable entre João y yo hasta que llegamos a su casa, dado que ya era bastante tarde, me ofreció quedarme a dormir. El partido había comenzado a las 21:00 y ahora pasaba de la medianoche.

Tu mirada | João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora