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Jimin se miró en el espejo, ajustando el último detalle de su atuendo. Había decidido llevar un vestido sencillo pero elegante, con el cabello suelto y un maquillaje natural. Se sentía nerviosa, no solo por la cita con Jaewook, sino también por cómo había cambiado la dinámica entre ella y Minjeong. Aún recordaba la conversación que había tenido con Minjeong sobre Hwang Yeji.

Minjeong había dejado claro que no estaba interesada en tener una nueva relación, pero la manera en que Jimin reaccionó solo había servido para enrarecer aún más la atmósfera entre ellas. Se giró, tratando de disipar la incomodidad que sentía.

Su teléfono comenzó a sonar de repente. Era Giselle.

— Jimin, ¿estás lista? — preguntó, sin ocultar su inquietud.

— Sí, creo que sí. — Jimin sonrió débilmente, intentando ocultar sus nervios. — ¿Te parece bien un vestido negro?, ¿crees que le gustará?

— Te verás genial. — Giselle chilló—. Solo asegúrate de disfrutar la noche, ¿de acuerdo? No dejes que Jaewook te presione.

Jimin asintió, agradecida por el consejo. Se dio un último vistazo en el espejo y salió de la habitación, dirigiéndose a la entrada donde Jaewook ya la esperaba. Su coche deportivo estaba estacionado frente a la casa, con las luces encendidas y el motor apagado.

— Hola, Jimin. — Jaewook le sonrió al verla salir. — Estás radiante esta noche.

— Gracias. — Jimin intentó sonreír con naturalidad. — ¿A dónde vamos?

— Tengo una pequeña sorpresa para ti. — Jaewook tomó su mano y la ayudó a entrar al coche. — Confía en mí.

El viaje transcurrió en silencio, interrumpido solo por la música suave que sonaba en la radio. Jimin miraba por la ventana, perdiéndose en sus pensamientos. La conversación con Minjeong sobre la fantasía sexual y los recientes sentimientos encontrados la tenían distraída.

Finalmente, llegaron a un restaurante elegante en el centro de la ciudad. El lugar tenía un ambiente acogedor, con luces tenues y música de jazz en vivo. Jaewook guió a Jimin hacia una mesa reservada en una esquina privada del restaurante.

— Aquí estamos. — Jaewook sonrió y le dio una silla para que se sentara. — Espero que te guste.

— Se ve increíble. — Jimin se sentó, mirando alrededor con admiración. — Gracias por esta noche.

La cena transcurrió de manera amena. Jaewook hizo todo lo posible por mantener la conversación aburrida. Hablaba solo de él, y Jimin comenzaba a aburrirse. Deseaba ir a casa y poder acostarse en su cama.

Minjeong, por otro lado, estaba en casa, terminando con el proyecto de matemáticas. La noche había caído rápidamente, y el silencio en la casa la envolvía mientras trabajaba. Su mente divagaba entre los recuerdos del día y la nueva amistad con Hwang Yeji. No podía evitar sentirse curiosa por la chica de la motocicleta.

De repente, su teléfono vibró sobre el escritorio. Era un mensaje de Yeji.

Hwang Yeji: ¡Hola, Minjeong! ¿Cómo estás? Solo quería saber si te gustaría salir este fin de semana. Tal vez podamos ir a algún lugar divertido.

Minjeong leyó el mensaje con interés. Aunque apenas conocía a Yeji, la oferta de pasar tiempo con alguien nuevo le parecía atractiva. Después de todo, era una forma de despejar su mente y distraerse de la reciente tensión con Jimin.

Decidió responder de inmediato.

Kim Minjeong: ¡Hola, Yeji! Me encantaría. ¿Qué te parece si planeamos algo para el sábado?

Unos minutos después, Yeji respondió con entusiasmo.

Hwang Yeji: ¡Perfecto! Te enviaré detalles pronto. ¡Nos vemos el sábado!

Minjeong sonrió para sí misma, sintiéndose un poco más aliviada. Mientras guardaba su teléfono, pensó en la conversación pendiente con Jimin sobre el proyecto. Tal vez podrían avanzar en el tema de la fantasía sexual de una manera más interesante, sin que se volviera incómodo.

En el restaurante, Jaewook y Jimin estaban a punto de terminar la cena. Jaewook se levantó para ir al baño, dejándola sola en la mesa. Jimin aprovechó para revisar su teléfono, donde vio el mensaje de Minjeong y se sintió un poco culpable por no haber estado más presente en la conversación con ella.

Al regresar, Jaewook notó el silencio en el rostro de Jimin.

— ¿Todo bien? — preguntó con preocupación.

— Sí, todo bien. — Jimin forzó una sonrisa. — Solo estaba pensando en algunas cosas.

— ¿Sobre nosotros? — Jaewook se inclinó hacia adelante, mirándola fijamente.

— Más bien sobre algunas amistades nuevas que he hecho. — Jimin se inclinó hacia adelante también, buscando una manera de cambiar de tema. — Pero sí, también sobre nosotros.

Jaewook la miró con interés. La noche estaba lejos de terminar, y Jimin no estaba segura de cómo se sentiría al final. 

La noche transcurría normal, Jaewook ha estado charlando y manteniendo una conversación animada, pero Jimin puedo notar que él estaba un poco más serio que de costumbre. Después de un rato, él hace una pausa en la conversación, toma una respiración profunda y mira a Jimin con intensidad.

— Jimin, hay algo que he estado queriendo decirte desde hace un tiempo —comenzó Jaewook, con un tono que mezcla nerviosismo y determinación.

Jimin lo miró con curiosidad, sintiendo cómo su corazón latía un poco más rápido.

— ¿Qué pasa, Jaewook?

Jaewook parecía recoger sus pensamientos antes de hablar.

— Bueno, he estado pensando en nosotros y en lo que hemos compartido. Me he dado cuenta de cuánto significas para mí, y no quiero esperar más para decirte esto. — Hizo una pausa, como si estuviera buscando las palabras exactas—. Jimin, quiero estar contigo de una manera más especial. Quiero que seas mi novia.

Jimin se sorprendió y por un momento, el mundo parecía detenerse a su alrededor. Sus emociones están a flor de piel, y sus pensamientos se arremolinan.

— Jaewook, yo... — comenzó a decir, pero las palabras se le atragantaban. Miró hacia abajo y luego a los ojos de Jaewook, tratando de ordenar sus sentimientos—. Esto ha sido inesperado, pero... también me doy cuenta de lo mucho que he pensado en ti y en nosotros.

Jaewook observa atentamente, esperando su respuesta con una mezcla de esperanza y ansiedad.

— ¿Entonces, qué dices? — pregunta con voz suave pero cargada de emoción.

Jimin respira hondo y finalmente sonríe, sintiendo una oleada de felicidad al aceptar lo que realmente siente.

— Sí, Jaewook. Acepto. Me gustaría ser tu novia. Siento que esto es lo que quiero, y quiero darle una oportunidad a lo que tenemos.

El rostro de Jaewook se iluminó con una sonrisa amplia y sincera. Se inclinó hacia adelante, tomando la mano de Jimin con ternura.

— No sabes cuánto significa esto para mí. He estado esperando este momento y me alegra que estemos en la misma página.

Jimin se siente aliviada y contenta. Pero, la tensión que había estado acumulando no se disuelve, y no siente esa calidez en su pecho al mirar a Jaewook que pensaba tener cuando llegaría el momento.

— Gracias, Jaewook. Quiero ver qué nos depara el futuro.

Jaewook se inclinó para darle un suave beso en la mano y luego la mira a los ojos con una mezcla de amor y devoción.

— Prometo que haré todo lo posible para que esta relación sea especial para ambos. No quiero que te arrepientas de tu decisión.

La cena continuó con un nuevo aire de complicidad y alegría por parte de Jaewook, y ansiedad por parte de Jimin. Ambos disfrutaron del resto de la noche, hablando sobre sus esperanzas para el futuro y compartiendo risas y momentos íntimos. La aceptación de Jimin marcaba el comienzo de una nueva etapa en su relación.

¿Habría sido lo correcto?

A las chicas le gustan los chicos - Winrina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora