CAPÍTULO 21:

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Un vehículo se estaciona detrás del edificio de Seoul Jewelry Company, por la gran puerta el personal artístico lleva una vitrina de joyería con decoraciones que fue diseñado con forma de sol de ocho puntas, similar al emblema de la empresa y con mucha precaución lo suben dentro del automóvil.

"Espera, primero llevemos el escaparate y el decorado al evento. En cuanto a ustedes pueden seguir a Khun Kaewmanee. Eso es todo", dijo el jefe de arte de la compañía a los tres estudiantes en prácticas para que llevarán los artículos al lugar de la celebración.

Hoy era el primer día en que comenzaban los preparativos del festival internacional de joyas, el cual, se llevaría a cabo pasado mañana. Todo esto provocó que los tres pasantes estuvieran tan emocionadas que ni dormir bien podían, por lo que, comenzaron a preparar todo desde temprano en la madrugada cuando el sol aún no había salido por el horizonte.

"Muchas gracias Khun por ayudarnos. Si no fuera por usted que nos ha ayudado a guiarnos y darnos grandes consejos, no podríamos seguir juntos." Yotha levantó las manos para mostrar sus respetos.

"Es solo el deber de los mayores. Ahora tengo que agradecer a todo el equipo por creer en el proyecto de los menores que han hecho cosas que nunca se han hecho antes, como esa vitrina de sol de cristal. Solo espero que el dolor de espalda y el dolor de cintura de todos se hayan ido." El hombre de mediana edad habló sobre la historia pasada, se divirtió y se volvió para mirar al trabajador de arte masculino nuevamente, diciéndole que se suba al automóvil primero.

"Te seguiré pronto".

"Junior, apúrense y vayan a ver al presidente." Dijo la hermosa secretaria dieciendo que ya era demasiado tarde otra vez.

Poco después de que la secretaria llegara a la oficina, el presidente le ordenó que siguiera al equipo del proyecto para reunirse con él inmediatamente. Pero en ese momento los tres estaban ocupados revisando la mano de obra, por lo que, nadie respondió a sus llamadas. Por supuesto, la persona que respondió esa llamada fue el jefe del departamento de arte, quien fue con los tres estudiantes y se quejó hasta que sus oídos se entumecieron.

"Vamos." Dijo Salin.

Los dos amigos lo siguieron para dirigirse al gran edificio en frente para caminar junto con su querido amigo.

"¿Por qué dijeron que el presidente nos llamó para reunirnos?", preguntó Pimnaphat, sosteniendo su bolso de hombro cerca de su cuerpo.

"Deséenos suerte", sonrió Yotha, riéndose haciendo un gesto a su pequeño amigo que parecía tan nervioso que no parecía ser él mismo.

"Eso espero. Acaso, ¿Nos llamará para regañarnos para ver que estamos haciendo con los resultados?" Dijo mientras inhalaba para llenar de respiración sus pulmones, pidiendo aliento.

Por lo general, el presidente los llama a reunirse en la oficina ejecutiva cuando en la mayoría de los casos hay algo que discutir o mejorar, pero ahora los llamaba para reunirse en la sala de conferencias del equipo profesional.

La puerta del ascensor en el último piso se abrió de par en par cuando llegaron a su destino final. Al llegar allí los tres amigos caminaron por la alfombra roja carmesí con nerviosismo antes de detenerse frente al escritorio de la secretaria con un rostro de poca felicidad.

Cuando la secretaria vio que los tres internos habían llegado, se levantó, caminó y golpeó la puerta de madera sólida varias veces antes de que una voz profunda respondiera desde el interior.

"¿Tu esposo comió algo malo hoy? Salin, aunque todavía podemas escuchar el sonido desde afuera es espeluznante escucharlo." Pimnaphat se enderezó y le susurró a su mejor amigo.

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