Capítulo 3. Besos Robados y Galletas Quemadas

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En la penumbra de su escondite, Kinn y Porsche se encuentran en el apartamento de ella. Sus labios se buscan como ladrones en la noche, entre risas y estornudos. Pero no todo es adrenalina y peligro; también hay momentos dulces y torpes.

Porsche, con su cabello oscuro y ojos chispeantes, le muestra a Kinn cómo hornear galletas. La cocina se llena de harina, risas y un aroma agridulce. Las galletas, sin embargo, terminan más tostadas que el ego de un alfa herido.

“¿Quién diría que un alfa mafioso podría ser tan torpe con una batidora?” Porsche se apoya en el mostrador, observando las galletas carbonizadas con una sonrisa traviesa.

Kinn, con su mirada intensa y manos acostumbradas a manejar armas, se acerca a ella. “Solo soy torpe cuando estás cerca”. Sus brazos la rodean, y el mundo exterior se desvanece. En ese instante, no hay rivalidades ni balas perdidas, solo dos corazones latiendo al ritmo de un amor inesperado.

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Y así, entre besos robados y galletas quemadas, Kinn y Porsche escriben su propia historia en las sombras. Porque a veces, incluso los alfas más duros pueden derretirse ante una sonrisa y un desastre culinario. 💖🔥🍪


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"La Conquista de un Mafioso"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora