Tempestad 2 (Libro 2)

Capítulo 21.

INK YOUR LIFE

Santiago

Sun Tzu, un estratega militar chino muy reconocido, una vez dijo: «El espionaje es esencial para las operaciones militares y los ejércitos dependen de él para llevar a cabo sus acciones». También agregó que: «No será ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo, y conocer la situación del enemigo no es posible sin el espionaje».

Es por esta razón que le pedí a Vicenta, y a mis demás soldados, que estén atentos en sus labores pues aquí cada uno tiene una tarea que de algún modo involucra el espionaje. Por ejemplo, la capitana de ojos tempestad está sacándole información al bastardo de Christian Jäger quien tiene sus días contados.

La teniente Kozcuoğlu se ha infiltrado como lavaplatos en el restaurante de Chain mientras que su marido está encima del hotel manejando sus drones para tener ojos en todos lados. El capitán Villaseñor y el capitán Jordan están atentos a lo que hace Chaos Jäger aquí en la ciudad ya que es jodidamente extraño que haya aparecido de buenas a primeras cuando en los medios se dice que es un hombre altamente ocupado.

La doctora y enfermera militar, están fingiendo ser unas turistas extranjeras que van diariamente al restaurante de esa serpiente pues "quieren probar todos los platillos especiales" así que es normal que vayan con frecuencia.

A los cabos Gallegos y Karagiannis les asigné una nueva tarea a la que tenían, por lo que ahora están de centinelas en edificios contrarios al hotel y restaurante junto a los francotiradores. También están a cargo de monitorizar que los espías estén en sus debidos lugares ya que cualquier pedazo de información es necesario en este operativo que esconde muchos secretos.

El teniente Torres está vigilando la mansión a nombre de Chase desde que Jake me dijo que encontró algo turbio en el sótano de ese lugar cuando logró infiltrarse. Por otra parte, a la puta de Zamora le asigné acercarse a Chain ahora que la rubia no está.

Para culminar este operativo de manera satisfactoria, más ahora que alguien ha saboteado el sistema de la FESM e incluso las noticias que había en internet, debemos tener información que sea fidedigna, y la única manera de conseguirla es preguntando pues las respuestas y pruebas no caerán del puñetero cielo.

Mis subordinados no están para ser unos mediocres, menos bajo mi mando, así que estaremos dando un todo por todo ya que sí o sí hundiremos a esos hijos de perra mentirosos.

Sé de primera mano cómo funcionan las mafias. En esas organizaciones criminales quien no consigue peones a lo largo y ancho del mundo no gana, y no me cabe la menor duda que alguien de la FESM soltó la puñetera lengua sobre el operativo. Pudo haber sido antes o después de mi llegada, pero me importa una verga ya que el orden no soluciona nada. Tampoco pretendo partirme la cabeza para dar con el traidor pues solito se tropezará cometiendo algún error y ahí estaré para desmembrarlo y decapitarlo. Ahorita lo importante es escarbar en la mierda de los Jäger pues es evidente que desean reírse en nuestras jetas, algo que no pienso permitir.

Lo que me sigue pareciendo una pendejada es que ahora hayan aparecido dos serpientes más. Es decir, cuando yo estuve de infiltrado en Alemania para asesinar a los papás de ellos nunca miré a otros Jäger, siempre fueron Chain, Christian y Chase, por lo que no entiendo de dónde vergas salieron Chaos y Chelsea.

Sin embargo, sé una cosa y es demasiado obvio que Charlotte Jäger y Humberto Acero los escondieron demasiado bien al grado de fingir que no existían. ¿O será que la mafiosa tuvo esos bastardos con otro hombre? Tantas puñeteras preguntas rondan en mi cerebro haciendo que me dé jaqueca.

El celular se ilumina con la llegada de una videollamada que me hace sonreír tal cómo ayer en el elevador.

—¡Papi! —exclama Gustavo, sus ojos grises rutilando con mucha emoción cuando me ve—. ¡Hola de nuevo!