Cuatro

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Capítulo cuatro

¿Besarme otra vez?

Kim Ri An se encontraba inmerso en un mar de nostalgia, repasando videos antiguos que lo transportaban a tiempos más felices junto a su exnovia Jae Yi. Cada recuerdo feliz avivaba la punzada de la ruptura y lo atormentaba con la pregunta de qué había hecho mal.

En medio de su melancolía, irrumpe Hera, su amiga, anunciando la inesperada visita de Jae Yi, pues su exnovia estaba en el parqueadero. El corazón de Ri An dio un vuelco, anhelando correr hacia ella, pero se contuvo.

Hera le plantea la posibilidad de darle celos a Jae Yi, si al verlo con otra persona reaccionara posesivamente indicaría la existencia de una esperanza, o por lo contrario simplemente sería un truco para llegar a la aceptación de que su relación ha llegado a su fin. Ri An contempla esa idea por un instante, pero no logra imaginarse con otra persona.

De pronto, el recuerdo del beso con Kang Ha lo invade, aunque rápidamente lo reprime con severidad. Su única prioridad en este momento es Jae Yi.

Tras tardes de recuerdos, Ri An se envolvió en la monotonía de Jooshin, afortunadamente en esos días no se topó ni siquiera con la sombra del estudiante becado. Sin embargo la tranquilidad se ve interrumpida abruptamente cuando, al entrar a los vestidores, se encuentra con Kang Ha. Aunque Ri An evita mirarlo, siente la intensa mirada del becado sobre él.

Kang Ha por su lado, al notar las pastillas que Ri An comparte con su compañero, no muestra ninguna reacción, aunque su mente recuerda la historia que su hermano le contó sobre los estudiantes del instituto.

Ambos comparten miradas fijas.

En ese instante, ambos anhelan poder leer la mente del otro. Kang Ha busca la verdad, mientras que Ri An desea descifrar los pensamientos del chico becado. La tensión entre ellos se intensifica hasta que Ri An, incapaz de contenerse más con sus dudas, rompe el silencio acercándose a Kang:

— Dime de una vez qué quieres — exige con determinación.

Kang Ha se acerca a él, sin inmutarse por su tono desafiante.

— ¿Por qué aparentas querer enfrentarme? — secunda Ri An.

— ¿Acaso la escuela te ha hecho algo? ¿Has sufrido alguna injusticia?

— Dime qué es lo que buscas y quién eres — insiste Kim.

Sus miradas se mantienen fijas, ninguno quiere dar un paso atrás.

— Escuché que tú eres la ley en Jooshin — responde Kang Ha con sencillez.

— Ya sea que llegue a ti o te destruya, solo hago lo que sea para sobrevivir — contestó el estudiante de corbata azul. Las palabras confundieron a Ri An. ¿Debía tomar esa respuesta como una amenaza?

— Llegar a mí o destruirme — repitió Ri An, el chico con corbata granate se acercó a Kang quien no se movió ni un centímetro. Ri An escaneó aquel rostro, deteniéndose unos segundos en los labios y luego volviendo a aquellos ojos que parecían declararle una guerra.

— No importa, sean cuales sean tus motivos, chico becado — dice Kim. Había entrado en una conversación innecesaria, y aquel beso del pasado debía salir de su mente. ¿Por qué se había acercado a Kang Ha en primer lugar?, simplemente sus pies se movieron sin una orden de su cerebro.

— Haz lo que desees si crees que puedes desafiarme — agregó, desafiante y curioso Kim Ri An al enfrentar al "cachorro", como Hera lo llamaba. Cerrando la puerta del casillero del tipo con algo de brusquedad dispuesto a irse, pero la voz del chico resonó en el vestidor.

— ¿Lo que quiera? — preguntó Kang.

Un golpe resonó contra los estantes. Las posiciones se invirtieron, y ahora era Kang Ha quien acorralaba a Ri An.

— ¿Eso incluye besarte de nuevo? — preguntó Kang Ha con osadía. La respiración de ambos se podía escuchar con claridad al estar tan cerca.

— Imbécil, ¿qué crees que estás haciendo? — reprochó Ri An, empujando a Kang Ha y saliendo de los vestidores, dejándolo atrás.

Kang Ha disfrutaba provocar al idiota de Kim Ri An, pero ahora su mente se centraba en las pastillas. ¿Podrían ser drogas? Su hermano le había advertido sobre estudiantes en el instituto Jooshin que vendían y consumían sustancias ilícitas. ¿Era Ri An parte de ese grupo? ¿Su hermano había descubierto algo peligroso?

Al recordar que la maestra no hizo nada ante el acoso que Kang Ha estaba recibiendo, el chico utilizó esa información para conseguir que su profesora le ayudara a abrir el casillero e intentar saber si aquella bolsa de pastillas era algo lo suficientemente interesante como para meter a Ri An en problemas.

Aunque al final logró abrir el casillero, la maestra terminó diciendo que solo eran pastillas para los altos niveles de estrés que tenían los estudiantes y que, si quería, podía llevárselas para analizarlas. Claro está que le advirtió que lo hiciera rápido, pues podría meterse en problemas. Después de aquel incidente, llegó el día de paseo tradicional, y lamentablemente para Ri An, sus pensamientos se dividieron entre Jae Yi y el estúpido chico becado.

Mientras que los pensamientos del chico becado solo trataban de centrarse en averiguar algo más sobre la muerte de su hermano.

La cima de la pirámideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora