Doce

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Capítulo doce

¿Dónde quedó la venganza?

Al llegar a casa, Kang Ha abrió los videos que el delegado le mandó. Todos eran sobre los secretos de los estudiantes: violencia, drogas, y entre ellos había un video sexual. Aunque gran parte de él quería venganza contra todos los que lastimaron, directa o indirectamente, a su hermano, ver aquel video le hizo sentir que estaba haciendo algo mal.

Y a la mañana siguiente, cuando todos los becados se reunieron y hablaron sobre cambiar las cosas en Jooshin, no pudo dejar de pensar en aquel video, peor aun cuando estuvo a solas con el delegado, quien le dijo que esos videos eran solo una pequeña parte de lo que podía obtener, pues sabía todo sobre todos en la escuela.

— ¿A qué te refieres con todo? —pregunta Kang Ha, mirando al chico.

— Todo, y si queremos vengarnos de ellos podríamos empezar publicando el video de Ri An y Jae Yi, o aún mejor, aquellos videos en los vestidores. Puedo cubrir tu identidad —sugiere el chico, pero a Kang Ha esa idea no le parece buena; no quería hacerlo por ese camino.

— Eso no estaría bien —respondió.

— Kang Ha, ¿estás con nosotros o no? No me digas que sientes algo por Ri An —la pregunta toma por sorpresa a Kang, quien se siente molesto por la sugerencia del delegado.

— ¿Estamos en esto juntos o no? —aquella pregunta fue como una sentencia, no como un pedido.

De aquella manera pasaron los días, con simpleza y sin grandes altercados, hasta que finalmente una notificación en el teléfono de Ri An trajo de vuelta la tensión y el estrés a la vida del chico, quien no pudo evitar sentir pánico cuando los mensajes de una cuenta anónima llegaron a su celular.

Un video de él y Jae Yi, y otro de él y Kang Ha.

Ante lo que acaba de pasar, el chico se apresuró en buscar a sus empleados de confianza para averiguar todo sobre la cuenta que le envió aquello y avisó a Jae sobre el video de ambos, dándole la certeza de que eso no saldría a la luz. Por otro lado, evitó el tema con Kang Ha, aunque si aquello llegara a manos de su madre, no sabría cuál de los videos le asustaría más a la matriarca.

Por otro lado, Kang Ha decidió enfrentar a la directora y le advirtió sobre hacer lo correcto ante la situación, amenazando con publicar los videos si ella se negaba. Lo hizo sin consultarle al delegado, por lo que apenas salió del despacho, la interrupción del molesto chico lo tomó por sorpresa; estaba bastante enojado con lo que Kang Ha acababa de hacer.

— Dijiste que atacáramos la cabeza de esto, y esa cúspide son los adultos, ellos que saben todo lo que pasa y nunca han hecho nada —explicó Kang ante el reclamo del chico.

— El objetivo era Ri An, pero decidiste hacer esto sin consultarme. Te uniste a nosotros solo para protegerlos, para proteger a Jae y Ri An, ¿después de todo les tienes lástima, no? —asegura el chico, indignado por la manera en la que Kang procedió.

— Sobre todo a Ri An, debí suponerlo. Lo protegerías. ¿Acaso estás enamorado de ese imbécil? —la pregunta va cargada de aseveraciones; el delegado piensa que ni siquiera es necesario preguntar, pues con los videos que tiene, la respuesta le llega por sí sola.

— Pues no has visto nada, aún hay más, secretos peores que aquellos...

Antes de que el chico siguiese hablando, la voz de Jae interrumpió la conversación.

— Eres tú, el anónimo —el delegado no respondió, pero su rostro hablaba por sí solo. Al final decidió evadir la situación, dejando solo a Kang Ha con la exnovia de Ri An, quienes decidieron ir a un lugar más privado, donde finalmente ella empezó a hablar.

La cima de la pirámideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora