La cima de la pirámide

Cinco

Capítulo cinco

Debate Mental

El día de la excursión había llegado, el delegado del curso entregaba a Kang Ha una guía para la excursión. Sus palabras de advertencia resonaron en la mente de Kang. Las advertencias no eran exclusivas del presidente del curso, incluso la maestra, consciente del peligro, ideó una actividad para alejar a Kang Ha del séquito de abejas reinas.

Mientras tanto, en otra parte del instituto, Ri An compartía con Hera su respuesta sobre la sugerencia de fingir una relación, dándole una rotunda negativa como respuesta a la propuesta de su amiga. Sin embargo, Hera no se rendía fácilmente y continuó insistiendo, hasta que observo algo interesante, una idea inesperada surgió de sus labios: ¿Y si a Kang Ha le atrae Jae Yi?

Las palabras de Hera impactaron a Ri An, quien dirigió su mirada hacia donde ella señalaba. Al hacerlo, se encontró con una imagen que le llenó de rencor: su exnovia, Jae Yi, junto a Kang Ha, el chico becado. Los celos se apoderaron de él, distorsionando la imagen que tenía ante sus ojos y creando una narrativa diferente.

Por su parte, Kang Ha, ajeno a los tormentos internos de Ri An, había aceptado la propuesta de Jae Yi de llevarla en su bicicleta. La lluvia los sorprendió en el camino obligándolos a refugiarse en una tienda de convivencia. Allí, Kang observo cómo Jae Yi interactuaba con un cachorro, una escena que despertó en Kang Ha una mezcla de curiosidad y sospecha.

¿Cómo podía una risa tan dulce ser la posible causa de muerte de su hermano?

La conversación entre Kang Ha y Jae Yi fluyó, con Jae Yi sacando a relucir la condición de becado del chico. Kang Ha, por su parte, compartió que nunca había experimentado ser pobre, al menos nunca se había sentido así, hasta que llego a Jooshin.

La lluvia persistente sin intención de detenerse los obligó a retomar su camino de regreso. Kang Ha, con un gesto de amabilidad, le ofreció su camisa a Jae Yi para protegerla del frío. Juntos, regresaron a la villa de Jae Yi, donde ella lo invitó a pasar para secarse y de paso ver una película.

Al pasar los minutos, la entrada de Ri An junto a la directora y Woojin sorprendió a Jae Yi y al chico becado. La escena fue malinterpretada de inmediato y desató una ola de acusaciones y confusiones. Kang Ha, a pesar del clima hostil, mantuvo la compostura con una sonrisa irónica. En ese instante, comprendió el carácter posesivo de Kim y su reacción ante la cercanía de alguien con lo que consideraba "suyo".

Una duda llego a la mente de Kang.

¿Qué provocaría mayor reacción en Ri An? ¿Acercarse a él o a Jae Yi?

¿Qué es capaz de hacer Kim Ri An?

A la mañana siguiente las repercusiones del incidente no tardaron en llegar. La citación a una junta puso en jaque la permanencia de Kang Ha en Jooshin, quien fue recibido por una imagen suya en un marco de funeral, de todas las cosas que los estudiantes podían hacerle aquella imagen llego e hirió el corazón del chico de corbata azul, quien recordó a su hermano.

Los estudiantes de Jooshin era una basura.

Al alrededor, las voces resonaban con acusaciones sobre su encuentro con Jae Yi. Murmuraban sobre su descaro al "molestar" primero a Ri An y luego a Jae Yi. Sin embargo, ninguna de estas acusaciones logró doblegar a Kang Ha. Si ellos eran aterradores, él podía serlo aún más.

En la junta sobre su expulsión la inesperada llegada de Jae Yi en su defensa cambió el rumbo de la situación. Ri An, observando desde afuera con evidente rencor, vio cómo las palabras de su exnovia ayudaban al estudiante becado. Jae Yi al notar el enojo de su exnovio no dudo dejar una advertencia hacia Kim Ri An de no actuar contra Kang Ha.

Al salir, la mirada de Jae Yi parecía ocultar algo más. Su ayuda no parecía ser desinteresada, pero Kang Ha decidió no indagar por el momento.

Mientras tanto, Ri An luchaba por alejar de su mente los pensamientos sobre Kang Ha. Incluso un sueño sobre el beso del estudiante becado lo atormentaba, mezclándose con las duras palabras de Jae Yi. Su mente y corazón se debatían en dos frentes: el anhelo por su exnovia y la atracción involuntaria hacia Kang Ha.

Su conflicto interno se intensificó al siguiente día, al ver juntos a los protagonistas de sus pensamientos. La aparente cercanía entre ellos avivó la ira de Ri An. ¿Por qué su exnovia llegaba con Kang Ha? Los rumores en Jooshin sobre la química entre ambos y lo bien que se veían juntos no hacían más que alimentar su malestar. Un dolor de cabeza punzante se apoderó de Kim. No le gustaba lo que estaba sucediendo. ¿Qué jugaba Kang Ha?

Como si la situación no fuera ya de por sí tensa, la llegada de Kang Ha junto a Jae Yi a las clases especiales desató la furia de Hera, quien defendió el lugar de Ri An. Kang Ha, imperturbable, recibió las acusaciones con su habitual sonrisa. Parecía que nada podía borrar esa expresión de su rostro.

La cercanía de Kang Ha con la exnovia de Ri An no solo generó un torbellino de emociones en los protagonistas, sino que también modificó la percepción que los demás tenían de él. Entre los estudiantes, especialmente aquellos becados como él, Kang Ha se convirtió en una especie de figura admirable, casi un santo. Uno de ellos incluso le pidió ser castigado por haberlo lastimado en el pasado, siguiendo las órdenes de los lacayos de Kim.

Al llegar al vestidor, Kang Ha se encontró con una nota perturbadora. Una vez más, insinuaba la responsabilidad de Ri An en la muerte de su hermano y lo advertía sobre las posibles consecuencias de sus "provocaciones". La nota se le escapó de las manos y terminó en las de la persona que todos señalaban como el posible asesino: Ri An.

Sus miradas se cruzaron por unos segundos, pero la atención de Ri An se desvió rápidamente hacia el bullicio de los chicos que al igual que él se preparaban para el partido.

En la mente de Ri An, una tormenta de emociones llegó de repente. El encuentro con Kang Ha en el vestidor había agitado su corazón de una manera inexplicable. Su mente divagaba, analizando la extraña sensación que lo había invadido al ver al estudiante y la indiferencia con la que su exnovia lo había tratado posteriormente. Se sentía acorralado, como un cachorro sin salida.

Durante el juego, Ri An intentó enfocarse en la cancha para despejar su mente, pero sin éxito. Incluso la victoria del equipo no logró borrar la confusión que lo atormentaba.

Al llegar a casa, se encontró con una visita inesperada: la directora, quien solía ser la fuente de información para su madre. Kim de inmediato pensó en la posibilidad de que el beso con Kang Ha hubiera quedado registrado en el dispositivo que había entregado la directora a su madre, pero descartó la idea rápidamente. Hasta ahora, nadie tenía pruebas de lo sucedido ese día, y así prefirió no pensar demasiado en aquella posibilidad.

No necesitaba más problemas.