𝑷𝒐𝒓 𝒍𝒂 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒎𝒐

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Durante el resto del día no volví a cruzar palabra con Sakura, a pesar de que me moría por estar a su lado.
Más tarde le pedí a Nirei que le dijera que no iría al entrenamiento por motivos personales.

Cuando llegue a casa encontré a Meyin arreglándose, la verdad es que ni siquiera le pregunté el por qué... no me sentía muy bien como para hablar, solo quería dormir y comer.

— oye Meyi ¿dónde quedó el helado que compre?—pregunté mientras buscaba en el refrigerador.

— se lo di a la vecina—respondió con una sonrisa.

— ¡¿por qué?!

— su hija estaba triste así que decidí dárselo para que se sintiera mejor

— si sabes que ese helado era mío ¿no?—ascendió. — entonces ¡¿por qué carajos se lo diste?!—exclame con un tono brusco.

— óyeme bájale a ese tonito, si tanto te molesta... ve y cómprate otro—señaló la puerta.

— eso haré—dije para luego irme de ahí.

Caminaba por las calles mientras observaba cómo las personas a mi alrededor no paraban de mirarme, por lo que decidí detenerme en el parque; saqué mis lentes de color y momentos antes de ponérmelos sentí la presencia de alguien.

— uh?—me di la vuelta y comencé a mirar a todos lados.

— hola—una voz gruesa susurró a mi oído.

— ah—me aleje rápidamente.

— tranquila no te haré daño...

— ¿y tú quien eres?—pregunté confundida.

— Zero Ichikawa

— siento que ese nombre ya lo había escuchado antes—pensé.

— conoces a Umemiya ¿verdad?

— si... ¿por qué?

— ya—sonrió. — ¿cuál es tu nombre?

— N-Nami Shiro...

— bien—sonrió. — Nami podrías decirme ¿dónde encontrar a Umemiya?

— umm... ¿para qué quieres saberlo?

— disculpa pero eso no te incumbe, solo dime dónde encontrarlo

— umm—suspire. — en la preparatoria... Furin...

El pelinegro soltó una mirada de satisfacción para luego darse la vuelta y comenzar a caminar.

— gracias—sonrió.

— ¿quien diablos es este tipo?—pensé mientras miraba como se iba.















Mientras tanto con nuestra segunda protagonista...




— bien... creo que sería todo, dejaré las llaves aquí—las coloco sobre una de las macetas. — seguro que ella no tarda en volver...

— hola, hola—saludo el rubio.

— aw llegaste—sonrió.

— ujum, ¿estas lista?

— si claro, ¿nos vamos?—se acercó a él.

El rubio ascendió para luego tomarle de la mano e irse juntos hacia su cita.
Luego de unos minutos llegaron al lugar en el que sería el picnic.

— vaya, sí que te luciste—admirando todo lo que había preparado Nirei.

𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐄 | 𝘏𝘢𝘳𝘶𝘬𝘢 𝘚𝘢𝘬𝘶𝘳𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora