Las cartas de ella. [Hermione Granger]

Libritos tramposa

Señorita Hermione.

¡Buen día! Te amo, te amo, te amo.

Te adora, A.K.

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    ——————Por orden del———————
   MINISTERIO DE MAGIA
Dolores Jane Umbridge (Suma inquisidora) sustituye a Albus Dumbledore como director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Esta orden se ajusta al Decreto de Enseñanza n.
°28
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Los carteles habían aparecido en el colegio durante la noche, pero eso no explicaba cómo era posible que todo el mundo, sin exceptuar a nadie en el castillo, supiera que Dumbledore había burlado a dos aurores, a la Suma Inquisidora, al ministro de Magia y a su asistente junior, y había escapado. Fuera a dónde fuese, el tema de conversación era la huída de Dumbledore.

Aliyah comenzó a correr hacía Hermione después de su clase correspondiente. Estaba bastante cansada y necesitaba leer cuentos con la castaña.

Apenas llegó, escuchó hablar a Ernie Macmillan.

— Dumbledore no tardará en volver — aseguro Ernie. —. Cuando estábamos en segundo, no consiguieron alejarlo de aquí por mucho tiempo, y está vez tampoco lo conseguirán. El Fraile gordo me ha dicho que anoche la profesora Umbridge intentó entrar en el despacho del director después de intentar buscar a Dumbledore por todos los rincones del castillo y jardines. Pero la gárgola no se apartó de la puerta. El despacho se había cerrado para impedirle la entrada. Por lo visto, le dió un berrinche de miedo. — informó Macmillan con una sonrisa divertida.

— Ya, seguro que le habría encantado sentarse en el despacho del director. No soporto la prepotencia con que trata a los demás profesores, la muy estúpida, engreída y arrogante... — soltó Hermione con desprecio hasta que observó a Aliyah llegar a su lado. —. Oh, hola cariño. — saludó alegremente mientras le daba un fugaz beso en los labios a la Slytherin.

— Hola linda. — respondió de la misma forma, iba a formular algunas palabras, pero una voz irritante la detuvo.

— A ver, Granger, ¿cómo termina esa frase? — Daphne había aparecido junto a dos chicas que no conocía. —. Me temo que tendré que descontar unos cuantos puntos a Gryffindor y Hufflepuff.

— ¿De qué hablas, Greengrass? — saltó Ernie de inmediato.

— Los miembros de la Brigada Inquisitorial si pueden, Macmillan. — respondió Daphne con su típico tono de superioridad.

¿Qué cosa de qué?

— ¡¿La qué?! — exclamó Hermione antes que Aliyah.

— La Brigada Inquisitorial, Granger — repitió la rubia, mostrando una insignia que llevaba la "B" y la "I", similar a la de los prefectos. —. Un selecto grupo de estudiantes que apoyan al Ministerio de Magia, cuidadosamente seleccionados por la profesora Umbridge. Los miembros de la Brigada Inquisitorial tienen permitido descontar puntos. Así que, Granger, a ti te voy a quitar cinco puntos por hacer comentarios groseros sobre nuestra nueva directora. Macmillan, cinco puntos menos por llevarme la contraria. Y a ti otros cinco porque me caes mal, Potter. Weasley, llevas la camiseta fuera de los pantalones, tendré que quitarte cinco puntos por eso. Ah, sí, se me olvidaba, eres una sangre sucia, Granger: diez puntos menos.