CAPÍTULO CINCO: El "Héroe"

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"¿Qué hacemos aquí, Makino? Creo haberte dicho que quería ver a Garp

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"¿Qué hacemos aquí, Makino? Creo haberte dicho que quería ver a Garp." Dice la voz de Dadan. Ace se limita a observar en silencio como la peliverde tiembla con los ojos humedecidos mientras se sienta con la gracia que es propia de ella sobre una de las sillas de su bar.

"Probablemente este será el primer lugar que visite cuando llegue." Contesta débilmente la dueña del recinto, secando sus lágrimas con un pañuelo. "Podemos esperarle aquí." El pecoso suspira, aliviado, al ver que la mujer suspira poco satisfecha pero, igualmente, se sienta junto a la muchacha. Sus ojos piedra se mueven hacia la puerta, que aunque está cerrada permite ver el exterior tanto por arriba como por abajo. Gracias a eso, descubre que la gente se está agrupando alrededor del Party's Bar.

Curioso, se acerca a la puerta solo para descubrir a los bandidos de la familia Dadan llegando al lugar, unos más nerviosos que otros. Deja escapar una risa tierna al ver que tanto Dogra como Magra han parecido olvidar la cólera que parecían sentir hace algunas horas para mostrar expresiones ansiosas y asustadizas. Le gusta que, a pesar de los acontecimientos, sigan siendo ellos mismos.

Dogra y Magra nunca fueron de los que se enfrentarían a Garp sin ninguna clase de miedo.

Dadan, por otra parte, no parece dar ningún tipo de pista que demuestre que va a echarse atrás con eso de 'matar a Garp en cuando lo vea'. Aunque eso consigue ponerlo de los nervios (pues no hay forma de que Dadan venza a Garp), también parece aliviarlo.

Se lleva la mano al pecho. Donde debería haber un agujero, hay un torso bien esculpido. Sonríe al notar calidez extendiéndose por el pecho, sintiéndose en casa en cuanto ve a Dadan reprender a los bandidos por dejar la casa sin vigilancia. Estos, aunque sumisos, tratan de defenderse diciendo que no quieren que la mujer cometa ninguna locura. Ace se extraña ante eso.

"Claramente va a hacer una locura. Es Dadan." Dice como si fuera lo más obvio. "¿Cómo iba a ser la persona que nos crió a Luffy y a mí?" Satisfecho con su intervención (nula, porque nadie repara en su inexistencia existente), se deja caer sobre el suelo, aunque con eso su cuerpo levita un poco.

El pecoso abre los ojos con sorpresa, volviendo a levantarse, y dándose cuenta de que ni siquiera de pie estaba tocando el suelo. Lejos de asustarlo o ponerlo de mal humor como el resto de síntomas de ser un fantasma, sonríe ampliamente. Se siente una eternidad desde la última vez que pudo sonreír así.

"¿Puedo volar?" Se pregunta a sí mismo, entusiasmado.

Como solo puede ser de esa forma, se pone a mover las extremidades tal cual un calamar movería sus tentáculos. Se decepciona un poco al no ver resultados, pero no se rinde.

Si a lo calamar no funciona, tendrá que ser a lo delfín.

"¿Por qué diablos no funciona?" Maldice, al ver que lo único que hace es simular, en contra de su voluntad, ataques epilépticos.

A('s) SOUL | One Piece Week 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora