Capítulo 8

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POV OMNISCIENTE

SUNHEE: ¿Entonces el trato está cerrado, querido? — le preguntó a su abogado quién como concordó anoche había traído los papeles necesarios ya armados para que Sunhee solo tuviera que firmarlos. —

BROOK: Así es, señora Sunhee. Ya los compradores están mudandose a la propiedad sin ningún altercado. — Sunhee le brindó una sonrisa de satisfacción y tomó el folio con los papeles para firmarlos uno por uno. — es una propiedad muy bonita, insisto en que lo piense mejor. —

SUNHEE: Ni lo pienses, Brook, nada que tenga que ver con el apellido Manoban me parecerá adecuado para mí ni para mí familia jamás. — aseguró con un fuerte fuego en sus ojos que ni Dios podría apagar. — además, ¿Qué puede tener esa posilga que no tenga alguna de mis propiedades? — el abogado asintió dándole la razón, ya que él junto al asesor de bienes raíces de Sunhee fueron los que eligieron cada una de las propiedades en conjunto con la mujer y una que otra de sus hijas. —

BROOK: Tiene razón, señora. Disculpe mi atrevimiento. — tosió. — ya no tendrá nada que ver con ese lugar, siquiera con los propietarios nuevos ya que les hice firmar un acuerdo de confidencialidad. Nadie se enterara de esa venta. —

SUNHEE: Siempre tan eficiente, Brook. Fué un placer verte, ya puedes irte. Mis hijas vendrán en cualquier momento y no quiero que sepan que todavía tengo brollos de su padre que resolver. — el hombre se levantó de su silla y se inclinó ante Sunhee para retirarse de la gran oficina. — Y si la ves por algún lado, dile a Nayeon que quiero verla. — el abogado asintió y salió al fin, dejando a Sunhee a solas. —

La mujer estaba bastante alegre de haber logrado su cometido de haberse deshecho de toda pista de Hyuna en su familia. Odiaba a aquella mujer de sobre manera y esperaba con todo su corazón que el karma le llegara, claro estaba que Sunhee no estaba para nada enterada de los sucesos acontecidos en la casa Manoban, y tampoco le interesaban. Mientras más lejos esté ese apellido de ella, mejor.

Era claro que el amor no era el que reinaba en su matrimonio, pero aún así se sintió asqueda de que Dawn hubiera puesto a aquella mujercita por sobre ella quien fué su apoyo desde que eran niños hasta el día que se casaron. Dawn era un chico pobre al menos hasta que conoció a Sunhee y la enamoró, allí Dawn se fué acomodando a la familia Kim y termino adoptando su apellido, construyeron una familia con tres hermosas hijas y un legado espectacular y aún así, Sunhee no fué suficiente para él.

SUNHEE: Lo dí todo por tí, y así lo pagaste. — sentada en su escritorio, agarró una foto de su difunto esposo juntos su computador y la admiró con rencor, tristeza y decepción. — Pero no te preocupes, así como tú lastimaste todo lo que amaba, yo lastimaré a todo lo que amaste... Empezando por esa tal Manoban. —

A veces el rencor cegaba de maneras tales que ni el mismo ser divino puede apaciguar las llamas del dolor de un corazón herido.

La puerta siendo tocada se oyó y Sunhee permitió el acceso.

NAYEON: Buenos días, señora. — saludó inclinadose respectivamente. —¿Me mandó a llamar? — entre tanto ajetreo había olvidado que había llamado a Nayeon. —

SUNHEE: Sí, quiero hablar contigo sobre algo. — aquellas palabras hicieron que la piel de Nayeon se erizara. — siéntate. — la mujer obedeció y se enderezó frente a su jefa que la veía con una mirada gélida. —

NAYEON: ¿Sucede algo, señora? -—

SUNHEE: ¿Tú... De dónde conoces a las Park? — aquella pregunta hizo que la sangre de Nayeon dejara de circular. —

Dulce Venganza [Chaesoo, Jenlisa Y Bbangsaz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora