† House of The Dragón † ||• OneShots🐉 •||

• Aegon Targaryen

Resumen: Después de descubrir que a tu amigo lo habían ahorcado simplemente por ser un cazador de ratas, tomas el asunto en tus propias manos e intentas matar al rey.

Autor:curseofaphrodit

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Mientras Aegon regresaba a sus aposentos, vio a las mujeres alineadas junto a él, dirigiéndose al ala oeste. Inmediatamente supo que eran trabajadores de un burdel y que alguien dentro del palacio había pagado por sus servicios esa noche. La necesidad de casi siete de ellos era impresionante, y señaló que mañana encontraría a la persona y la aplaudiría.

Una de las damas lo miró intensamente mientras pasaba, lo que le hizo mirar dos veces. Parpadeó confundido y con un poco de miedo. Tenía un chal color burdeos sobre la cara, por lo que no podía distinguir si se trataba de alguien que conocía. Pero un escalofrío recorrió su espalda cuando sus ojos asesinos siguieron los de él.

Se preguntó si el Desconocido del que hablaba a menudo su madre era una mujer.

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HACE DOS SEMANAS, BEAR'S CLAW (club de día, burdel de noche)
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-Estás demasiado vestida- dijo alguien desde atrás, y te giraste para ver a la mujer más hermosa que jamás hayas visto. Ella también estaba extremadamente desnuda, por lo que te sentías un poquito incómoda

Tn: Laeda dijo que eres a quien Aegon... visita con frecuencia- Intentaste parecer confiada, pero parecía como si viera a través de ti.

-¿Y qué negocio tendría usted con Su Alteza?

Tn: Quiero matarlo.

- Ella levantó una ceja. -¿Estas borracha?-

No fue inteligente por tu parte decirle que querías asesinar a su cliente mejor pagado, pero fue un trato que valió la pena. En pocas palabras, todos estaban asustados. El conflicto entre Aegon y Rhaenyra parecía volverse más imprudente cada día, y ambos bandos tenían dragones. Todo el mundo sabía que eran las personas las que pagaban el precio de sus pequeñas disputas familiares. Deshacerse de Aegon posiblemente sea el único camino hacia la paz, aparte de tus motivos personales de venganza.

No respondiste. Ella suspiró.

-Estás pidiendo la pena de muerte; no eres rival para sus guardias- explicó.

Tn: Laeda dijo que hay muchos de ustedes que frecuentan el castillo. Dame un salvoconducto, eso es todo lo que pido

-¿Y por qué haría eso?

Ella estaba pidiendo un favor a cambio, pero tú ya lo habías pensado bien. Laeda era una de tus amigas de la infancia y la razón por la que conocía a mucha gente en la ciudad era porque tenía algo que ver con casi todos sus secretos. En muchos sentidos, ella era una de las personas más poderosas que conocía.

Tn: Se lo debes a Laeda- respondiste, lo que puso un poco nerviosa a la mujer que tenía delante. Sonreíste sabiendo que habías ganado.

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ACTUALMENTE, EL CASTILLO.
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Te escapaste del grupo después de que avanzaron un poco más, presionando hacia las sombras de las paredes hasta que los guardias desaparecieron por completo. Respirando profundamente, tu mano tocó el cuchillo escondido dentro de tu abrigo y luego despegó.

Habías calculado mal el tamaño del castillo. Aunque habías avistado al rey mientras se dirigía a sus aposentos, aun así te llevó un buen rato encontrar la ruta nuevamente. Te arrepentiste de haber venido cada vez que un guardia casi te vio.